El colombiano, de 33 años, despertó el pasado domingo la sospechas de los agentes por su extraño caminar, dificultado por sus abultadas posaderas.
Tras darle el alto y realizarle una breve entrevista, el individuo fue conducido a un recinto policial situado en el interior del aeropuerto capitalino, donde a petición de los agentes se bajó los pantalones.
Fue entonces cuando se descubrió que portaba dos paquetes negros, cada uno perfectamente adaptado a sus glúteos, rellenos con 1,7 kilos de heroína.
“Es normal o está dentro de lo que hemos detectado que las personas lleven adheridas al cuerpo sustancias ilegales, pero sí es llamativo el hecho de que este hombre se haya puesto estos paquetes en las nalgas”, comentó a Efe el coronel Diego Rosero, jefe del Comando Especial Aeropuerto El Dorado.
Las primeras investigaciones apuntan a que el colombiano, que ya ha pasado a disposición judicial, pretendía vender en México la heroína, que tiene un precio muy superior en el exterior.
“Es una persona como tantas que cree en el dinero fácil, que se deja atrapar por el monstruo del narcotráfico”, comentó Rosero.
El colombiano, de 33 años, despertó el pasado domingo la sospechas de los agentes por su extraño caminar, dificultado por sus abultadas posaderas.
Tras darle el alto y realizarle una breve entrevista, el individuo fue conducido a un recinto policial situado en el interior del aeropuerto capitalino, donde a petición de los agentes se bajó los pantalones.
Fue entonces cuando se descubrió que portaba dos paquetes negros, cada uno perfectamente adaptado a sus glúteos, rellenos con 1,7 kilos de heroína.
“Es normal o está dentro de lo que hemos detectado que las personas lleven adheridas al cuerpo sustancias ilegales, pero sí es llamativo el hecho de que este hombre se haya puesto estos paquetes en las nalgas”, comentó a Efe el coronel Diego Rosero, jefe del Comando Especial Aeropuerto El Dorado.
Las primeras investigaciones apuntan a que el colombiano, que ya ha pasado a disposición judicial, pretendía vender en México la heroína, que tiene un precio muy superior en el exterior.
“Es una persona como tantas que cree en el dinero fácil, que se deja atrapar por el monstruo del narcotráfico”, comentó Rosero.