Los muros y cierres fronterizos han sido signos de represión que el mundo ha derribado en diferentes épocas; desde la caída del Muro de Berlín hasta la visión integradora de la Comunidad Europea que eliminó las fronteras.
La frontera Colombo-Venezolana siempre ha sido muy pujante, especialmente la del Zulia y Táchira, cientos de familias de ambos países viven de la actividad comercial que allí se viene desarrollando históricamente.
Antes el Bolívar como signo monetario tenía un altísimo valor, por lo cual el cambio a pesos favorecía a Venezuela; en la actualidad los dislates de la política económica han colocado nuestra moneda en franca minusvalía; perdiendo capacidad cambiaria.
Esta dura realidad cambió la dinámica en la frontera y son los colombianos los favorecidos en el cuadro actual.
El otro aspecto es la liquidación del aparato productivo venezolano, el hostigamiento al sector privado y las nefastas consecuencias de las expropiaciones arbitrarias cometidas.
El Gobierno Venezolano pretende tapar el sol con un dedo, argumentando bachaqueo, guerra económica y otros aspectos que son consecuencia de sus disparates.
La Elección Parlamentaria, la pérdida de credibilidad y apoyo popular; los tiene nerviosos como a toda cúpula que ve en peligro perpetuarse en el poder.
Frente a todo esto, en lugar de rectificar, desarrollan un formato de justificación de lo injustificable, no encuentran el Dakazo por ningún lado; ya abandonaron el tema del Esequibo, ahora cierran la frontera del Táchira, vienen por la del Zulia y luego será Apure y Amazonas porque la función debe continua.
En la frontera de la Tachiranidad, se han cometido cientos de atropellos: Colombianos desalojados de sus viviendas y destruido sus bienes para ser deportados, adolescentes amenazados con armas de fuego, comerciantes con establecimientos destruidos, niños y ancianos abandonados, gente huyendo por el río; enfrentamientos a plomo entre funcionarios generando muertos y heridos; aquello es similar a un campo de concentración.
Hay centenares de Venezolanos en territorio Colombiano en tránsito de sus vacaciones que no pueden llegar a casa porque el cierre de la frontera se convirtió en un muro, en medio de asechos y peligros provocados con propósitos inconfesables.
Las distintas fuerzas políticas de Colombia actúan desde Cúcuta, las instituciones del vecino país: La Defensoría, Fiscalía, El Congreso, Gobernadores, Alcaldes y Organizaciones Internacionales de Derechos Humanos están atendiendo la situación, hasta el Presidente Santos ya se pronunció repudiando lo ocurrido, el Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, empresarios y personalidades colombianas están activados en la frontera.
El Gobierno Venezolano con su desparpajo nos avergüenza frente al mundo, la pregunta es ¿Qué buscan con todo esto? Evidentemente detrás está el diseño Maquiavelico de la Cúpula Cubana buscando impedir las elecciones del 6D.
José Luis Pirela
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