Una supuesta filtración de documentos reservados de la Secretaria de Inteligencia, revelaría que el gobierno ecuatoriano vigila a Julian Assange, el fundador de Wikileaks, quien está asilado desde agosto del 2012 en la embajada de Ecuador en Londres.
En Ecuador muchos ciudadanos dicen estar sorprendidos con la denuncia, hecha por la asambleísta de oposición Cynthia Viteri.
El pasado mes de agosto la legisladora habló de una “operación hotel” supuestamente dirigida a vigilar a Assange. Según la denuncia, la supuesta filtración de documentos revelarían cómo el gobierno ecuatoriano habría instalado cámaras y equipos de audio camuflados para registrar cada movimiento del australiano.
¿Cómo obtuvo Viteri la información? “Esa información me llegó de manera anónima. También sé que las tienen otras personas. Nos es imposible enseñar los documentos en físico porque son documentos de seguridad nacional”, dice Viteri.
El historial legal de Assange
El creador del sitio Wikileaks enfrentó en 2008 la primera acción legal por acusar a un banco suizo de ayudar a sus clientes a lavar dinero. Dos años después miles de informes reservados norteamericanos fueron filtrados y publicados.
En agosto del 2010 ordenaron el arresto de Assange por violación. Ese mismo año se entregó a la policía británica y nueve días después fue liberado tras el pago de una fianza. Assange siempre ha sostenido ser inocente de los cargos que se le imputan.
El 16 de agosto de 2012 el gobierno de Ecuador le otorgó asilo político.
Vigilancia detallada
Según los documentos que dice poseer la asambleísta Viteri, la Secretaría de Inteligencia de Ecuador es la entidad encargada de vigilar a Assange. La congresista asegura que los informes reservados son minuciosos.
“Entre ellas habla de cosas tan domésticas como que él está durmiendo y que tiene pesadillas. Y que grita cosas incoherentes. También habla de que destruyó mobiliario de donde estaba. Habla también de que le impidieron entrar a la oficina de la embajadora, en ese momento, porque temen que acceda a documentos porque en definitiva desconfían de él. También cuentan que él sí pudo acceder a esa oficina, que vino un guardia de seguridad que lo conminó a que salga de ahí y que luego hubo un acto de violencia: según estos informes el señor Assange habría agredido al guardia que intentó sacarlo a la fuerza del lugar”.
La secretaría de Inteligencia dijo a CNN que ellos no darían declaraciones sobre el particular. Igual respuesta recibimos de la cancillería ecuatoriana.
El analista político Sebastián Mantilla considera que no es positiva la presencia de Assange en la embajada ecuatoriana en Londres. “Incluso más allá del costo económico que ha representado para el gobierno de Ecuador o para el gobierno británico la estadía de Assange en la embajada, yo creo que la gran pérdida que tiene Ecuador es en términos de imagen.”
Mantilla se refiere a la posición internacional de Ecuador frente a otros países. Piensa que el gobierno creyó que Assange sería un personaje incondicional y se equivocó. Al parecer, dijo, Assange privilegia lo que ha calificado como “libertad de prensa”.
La legisladora Viteri mencionó que convocaron a la Asamblea Nacional a Ronny Vallejo, titular de la Secretaría de Inteligencia, para que informe sobre el particular y “lo que ha dicho es que no puede dar ningún dato porque son documentos prohibidos por la Ley de Seguridad”.
Pero, ¿cabe la posibilidad que esos documentos sean falsos? “Bueno, el único que podría decir si eso es verdad o mentira es el gobierno, el único que podría confesar si espió o no al señor Assange”.
Assange sabe que es espiado
Viteri agregó que el australiano es consciente de lo que está sucediendo: “Él sabe que está siendo espiado. Él sabe que está siendo chequeado y por eso es que buscaba cámara, buscaba dónde estaban los aparatos de video. Sabía que lo estaban persiguiendo en la misma embajada. Sabía que tenía problema de hablar con ciertos personajes o trabajadores dentro de la embajada.
Muchos ecuatorianos dicen que si la denuncia de la legisladora Cynthia Viteri es real, es decir, que el gobierno ecuatoriano está espiando a su propio huésped, querría decir que también podría vigilar a los políticos de oposición y civiles que le resulten incómodos.