En el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, «hay que explorar todas las hipótesis», dijeron expertos del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes convocado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
«Han aparecido nuevas hipótesis que hay que reevaluar», dijo Carlos Martín Beristaín.
El experto destacó que la mayor parte del análisis que realizaron se basa en el expediente de la Procuraduría General de la República mexicana.
«Había mucha información que no había sido lo suficientemente procesada y es parte de lo que hemos tratado de hacer».
«Hay que explorar todas las hipótesis, reevaluar la investigación, es lo que hemos pedido a la PGR», agregó.
Las conclusiones presentadas por el GIEI dieron un giro este domingo al relato sobre el ataque ocurrido hace un año en Iguala, Guerrero.
El grupo interdisciplinario descartó la versión de la quema de 43 normalistas en el basurero de Cocula, misma que en enero pasado quien era procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, dio como una «verdad histórica» a partir de las declaraciones de detenidos.
«Examinamos declaraciones de los presuntos perpetradores, que se encontraban en el expediente, y en realidad no hay una sola versión: hay cuatro versiones», dijo la también experta del grupo interdisciplinario Claudia Paz y Paz.
La primera versión narra que “el destino final” de los estudiantes fue la “colonia Pueblo Viejo”; la segunda, que los mataron en la “casa de seguridad de las Lomas”; la tercera, que Guerreros Unidos los mató y “realizó una quema total de los cuerpos” en el basurero de Cocula, y la cuarta va en el sentido de que criminales de los Rojos se infiltraron en los autobuses de los normalistas (para “matar a los hermanos Benítez Palacios”, dueños del auto lavado Los Peques), y que a 17 los quemaron y tiraron sus cenizas en el río de Cocula.