La guerra de Yemen está entrando en una nueva fase potencialmente decisiva con el despliegue de fuerzas sobre el terreno por parte de la coalición árabe para luchar contra los rebeldes chiíes que controlan la capital y el norte del país.
Cinco meses después de que se iniciaran los bombardeos lanzados por la coalición árabe, Yemen «está entrando en una nueva etapa más mortífera de la violencia en el norte», dijo April Longley Alley experta del International Crisis Group. «Los dos bandos se están preparando para un choque mayor en el norte y especialmente en Saná», agregó Alley.
Desde la noche del lunes, los aviones de la coalición bombardean Saná como parte de esta ofensiva.
Las milicias rebeldes hutíes, que se quejan de haber sido marginadas, bajaron de las montañas el año pasado y avanzaron en una rápida ofensiva con la que controlaron Saná casi sin oposición. En marzo llegaron a la segunda ciudad del país, Adén, en el sur, y su avance obligó al presidente yemení, Abd Rabo Mansur Hadi, a huir y refugiarse en Arabia Saudí.
Entonces Riad organizó una coalición con otros países árabes para apoyar a Hadi, pero tras los primeros meses de bombardeos no lograron vencer a los hutíes. Después, en julio, la coalición anunció varias victorias sobre sus oponentes, que fueron desplazados de Adén y de otras cuatro provincias del sur.
La coalición parece muy determinada a ganar más territorio, especialmente después de que el viernes 60 soldados de varios países de la alianza militar muriesen en la provincia de Marib en un ataque con un misil.
Via AFP