El presidente estadounidense, Barack Obama, firmó una orden ejecutiva que obliga a las empresas contratistas del gobierno federal a otorgar a sus empleados hasta siete días de licencia remunerada por enfermedad al año.
La medida, que beneficiará a unas 300.000 personas, se aplica a los nuevos contratos a partir de 2017 y da a los trabajadores una hora de licencia por cada 30 horas trabajadas por enfermedad propia o de un familiar.
Obama firmó la orden durante la celebración del día del trabajo en Estados Unidos, justo antes de reunirse con líderes sindicales en Boston.
“Hay padres que tienen que elegir entre ir a trabajar o quedarse en casa cuidando a su hijo enfermo”, señaló Obama en un discurso. “Eso no es bueno para nadie”.
Obama indicó que esta nueva política se basa en un impulso iniciado por decenas de gobiernos locales, que han ampliado la licencia por enfermedad para los empleados de la ciudad.
También empresas como Hilton, Facebook y Microsoft han ampliado la licencia por enfermedad o requerido que sus contratistas lo hagan.
“Ellos entienden que ayuda (…) a mantener a los buenos empleados”, dijo Obama, quien reclamó al Congreso promulgar una legislación que haga que las empresas con más de 15 empleados ofrezcan hasta siete días de licencia por enfermedad al año.
Según Obama, el 40% de los trabajadores del sector privado -44 millones de estadounidenses- actualmente no tienen derecho a licencias pagas por enfermedad.
Obama ha asegurado que una de sus prioridades es aumentar los beneficios de licencias pagas para los trabajadores por razones familiares.
“En este momento somos la única nación avanzada en la Tierra que no garantiza el pago de la licencia por maternidad”, señaló.
“Tenemos que encontrar una manera de hacer que se paguen las licencias por motivos familiares o médicos para todos los estadounidenses. Ya es hora de hacerlo. Será bueno para las empresas”.
Obama dijo que es potestad del Congreso promulgar esas políticas, pero “en cuando tenga el poder de actuar, lo haré”.
El presidente citó recientes decisiones del Ejecutivo, que incluyen el aumento de salarios para los contratistas federales y ampliar las reglas de pago de horas extras.
Igualmente, anunció que prepara normas para que los empleados sepan cuándo no están siendo compensados como deberían, sobre todo en casos en los que empleados hombres tienen salarios más altos que sus contrapartes femeninas.