Al menos 26 personas murieron hoy, entre ellas 13 civiles, y decenas resultaron heridas por la explosión de dos coches bomba en la ciudad de Al Hasaka, en el noreste de Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ONG detalló que entre las víctimas hay dos menores y seis miembros de las fuerzas de seguridad kurdosirias «asayish», ya que una explosión se produjo junto a un puesto de seguridad de esas milicias situado en el barrio de Jashman.
Asimismo, el segundo ataque tuvo como blanco la sede de la milicia progubernamental Fuerzas de Defensa Nacional, ubicada en las proximidades de la estación de ferrocarril, y al menos siete de sus miembros perecieron.
La agencia oficial de noticias siria, Sana, asimismo cifró a las víctimas en 26 muertos y decenas de heridos.
Fuentes policiales dijeron a Sana que un terrorista suicida hizo explotar uno de los vehículos en el barrio de Jashman, en el norte de la ciudad, matando a al menos cinco personas e hiriendo a otras 30, entre las que hay niños y mujeres.
Poco después, otro suicida hizo detonar un camión cargado de explosivos en el barrio de Al Mahata, en el oeste de la urbe, lo que causó la muerte de 21 personas, incluyendo a una mujer y a sus dos hijos, e hirió a otros 40, según Sana.
Fuentes médicas de Al Hasaka citadas por Sana aseguraron que la mayor parte de los heridos son mujeres y niños, y que tres de ellos están en estado grave.
El pasado 19 de agosto, al menos once civiles y miembros de las «asayish» perdieron la vida y otros 29 resultaron heridos por el estallido de un vehículo cargado con explosivos en la población de Qamishli, ubicada en la provincia de Al Hasaka.
Los combatientes kurdosirios se enfrentan al grupo terrorista Estado Islámico en el norte de Siria para defender las zonas donde vive la minoría kurda del país y han recuperado terreno en los últimos meses.
Via EFE