Basta de seguir culpando al pasado, este “socialismo” ya casi es mayor de edad y solo ha demostrado retraso a todo nivel
Omar Ávila
En días pasados observamos como la “injusticia” venezolana tomó la aberrante decisión en contra del dirigente político Leopoldo López y de los estudiantes Christian Holdack, Demián Martín y Ángel González, de condenarlos por pensar distinto y soñar con una Venezuela digna, donde se cumplan la Constitución y las leyes y no de unos Poderes arrodillados ante un ser que no tiene ni la más mínima idea de dónde está parado. Tristemente, quienes hoy gobiernan mi país, los que comandan el régimen Madurista-Cabellista, son los mismos que actualmente tienen más del 80% de rechazo del pueblo venezolano.
Sin embargo, debo decir que los venezolanos estamos presos de incertidumbre al salir de nuestras casas y no saber si regresamos, presos de la humillación de hacer colas para poder adquirir algunos de los productos de primera necesidad, presos del dolor que constituye no podernos sostener económicamente, presos de la desigualdad que golpea sobre todo a los más vulnerables. Pero aun estando presos, nuestro espíritu libre trasciende toda esta crisis.
Para poder ser libres, para tener una economía prospera, servicios públicos de calidad, oportunidades para todos, tenemos que vivir un cambio de gobierno y eso debemos construirlo comenzando por nosotros mismos y los que nos rodean.
Estoy seguro que la justicia verdadera llegará pronto, para Leopoldo López, Antonio Ledezma, para los estudiantes, y todos los que hoy están injustamente privados de su libertad, pagando una condena amañada donde los verdaderos culpables de la debacle del país buscan alguna estrategia para mantenerse en el poder a costa de lo que sea.
No podemos permitir que un Estado amoral siga responsabilizando a otros de sus errores e ineptitudes, con el fin de distraer la atención y los enchufados seguir aprovechándose de la pasividad del pueblo venezolano. Estoy seguro que a través del voto el próximo 6 de diciembre, se abrirá las puertas a la justicia. No habrá obstáculos que nos detenga.
Los venezolanos nos cansamos de tantas mentiras, de las promesas incumplidas a lo largo de estos 17 años, y especialmente de tanta injusticia con quienes alzamos nuestra voz y pensamos distinto a un régimen que sólo se ha encargado de empobrecer a más de 30 millones de ciudadanos que habitamos este hermoso país.
Basta de seguir culpando al pasado, este “socialismo” ya casi es mayor de edad y solo ha demostrado retraso a todo nivel; es increíble que en casi dos décadas, personas inexpertas e inescrupulosas hayan acabado con una nación que estaba encaminada hacia el desarrollo; y que a pesar de haber obtenido la más grande bonanza petrolera, tenemos las calles llenas de huecos, personas, niños, jóvenes, adultos y abuelos en nuestras calles que tienen como cama el suelo, como abrigo un cartón y como hogar un puente.
Por ello insisto en que no podemos dejar pasar esta oportunidad de convertir la desesperanza en esperanza, la injusticia en justicia, el miedo en alegría, la pobreza en desarrollo y la oscuridad en luz.