Página escrita para La Voz por los profesores de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela. La responsabilidad de las opiniones emitidas en sus artículos y Notas Internacionales es de los autores y no comprometen a la institución
Determinantes de la migración
*** Las condiciones económicas imperantes en el lugar de origen impulsan a la población a trasladarse; las existentes en el punto de destino influyen en el proceso de toma de decisión, pero rara vez son de importancia capital para la gran mayoría de los migrantes internos
Dr. Profesor Néstor M. Cegarra P
Según lugar de origen y de destino, se identifican diferentes tipos de corrientes migratorias internas y se mencionan, para cada una de ellas, sus posibles determinantes socioeconómicos. Se consideran los enfoques microdemográfico y macrodemográfico y se hace una síntesis en la que se presentan los determinantes socioeconómicos a nivel individual y general.
La pobreza rural y urbana de América Latina y el Caribe constituye la razón principal del elevado nivel de movilidad espacial. Las condiciones económicas imperantes en el lugar de origen impulsan a la población a trasladarse; las existentes en el punto de destino influyen en el proceso de toma de decisión, pero rara vez son de importancia capital para la gran mayoría de los migrantes internos.
En las zonas rurales y en las urbanas, el desempleo y el subempleo son fuerzas expulsivas y repulsivas poderosas aunque, en las últimas, los niveles salariales relativamente más altos y la red de seguridad que proporciona el sector informal son fuerzas retentivas y atractivas.
La migración desde una zona urbana a otra constituye una corriente migratoria importante. La región de América Latina y el Caribe está integrada por sociedades altamente urbanizadas que presentan una gran movilidad espacial. Las diferencias en las condiciones de empleo y los niveles de salario, así como aquellas en materias sociales y ambientales, son determinantes de los patrones de migración de un medio urbano a otro.
La migración desde zonas rurales hacia zonas urbanas es grande y constituye un factor que contribuye al continuo crecimiento del porcentaje de la población que vive en zonas urbanas; en cambio, la migración desde zonas urbanas hacia zonas rurales es pequeña, pero llegará a ser cada vez mayor a medida que las sociedades alcancen niveles muy altos de urbanización y especialmente si se llevan a cabo programas de desarrollo rural.
La migración desde un medio rural a otro puede ser pequeña, pero es un importante factor en la redistribución rural de la población y en la apertura de fronteras agrícolas y de nuevas industrias rurales.
Consideramos que migración interna significa movimiento de la población dentro de un país, cuando dicho movimiento implica cruzar de una subdivisión política/administrativa a otra y establecer residencia de carácter permanente. Una vez que se decide la unidad geográfica (espacial) o la unidad política/administrativa de análisis, el intercambio de población entre ellas o con cualquier otra unidad se convierte en migración interna interespacial mientras el movimiento de población dentro de la unidad de análisis se convierte en intraespacial.
La migración interna intraespacial es el movimiento entre las subunidades de estas grandes zonas. Si estas subunidades son unidades espaciales-políticas significativas, la migración intraespacial puede tener tanta importancia para quienes se trasladan y sus grupos sociales como la que posee en los movimientos interespaciales.
NOTAS INTERNACIONALES
** José Romero
La violencia
(raíces)
El Diccionario Esencial de la Lengua define en su primera acepción al adjetivo “violento” como “alguien que está fuera de su natural estado, situación o modo”. Sin embargo, esta definición pareciera obviar que el ser humano es inherentemente violento, así como también lo es inherentemente pacífico. El bien y el mal cohabitan inextricablemente dentro de cada ser humano.
Por lo tanto, afirmar que alguien está fuera de su “estado natural” es no comprender que las semillas de la paz y la guerra están sembradas dentro del ser humano y florecen cuando se dan las condiciones y circunstancias. Un espectáculo nada fácil de describir.
Contemplar las raíces de la violencia es como asomarse al abismo del alma humana.
La violencia religiosa
Mundialmente coexisten grandes religiones: cristianismo, judaísmo, budismo, hinduismo e islamismo. Sin entrar en consideraciones unas más que otras se han propagado y expandido por el globo a través del uso de la fuerza.
En el terreno de lo religioso la violencia se origina en la no aceptación, en la tolerancia cero, en el no-reconocimiento del otro, en no aceptar las creencias del diverso.
El génesis de la violencia en el terreno de lo sagrado yace en la intolerancia. La religión tiene como base la fe, entendiendo la fe como algo que pertenece al ámbito de lo “irracional”. Se cree o no se cree.
La historia universal está plagada de conflictos religiosos. Judíos y Palestinos tienen la palabra.
La violencia política
A diferencia de la violencia religiosa, en las arenas de lo político, que se supone pertenece al ámbito del pensar, de lo “racional”, la violencia está hunde sus raíces también en la no aceptación del otro, sólo que a éste no se le adjetiva como hereje sino como disidente.
Lo anterior sucede cuando lo político en lugar de ser asumido como un acto del pensar, se asume como un acto de fe y es allí donde las líneas entre lo político y lo religioso se abrazan para formar un laberinto.
Desplazados, insomnes, como espectros, millones de seres humanos deambulan de frontera en frontera sin avizorar un oasis. Millones han muerto sin ni siquiera saber de dónde vino el proyectil o la bomba que lo arrancó de esta existencia.
Balance final
Los resultados de la violencia saltan a la vista. Estamos en septiembre de 2015 y las dantescas imágenes de inmigrantes, desplazados, deportados en Europa son realmente preocupantes.
Vale destacar que todo este cuadro es muchísimo más evidente hoy en Austria, Alemania, Italia, Hungría (caso extraño, por cierto pues los magyares no han sido muy receptivos con los inmigrantes) y ahora Serbia (los Balcanes) como corredor hacia Alemania y al Reino Unido.
La situación ha encendido las alarmas en toda la Unión Europea, a pesar de que algunos gobiernos sienten que es más de un país que de otro.
Y todo porque la intolerancia, madre de la violencia, sigue pariendo a lo largo y ancho del globo