Al ahogar la alicaída agroindustria y cerrar el grifo de divisas al resto de la economía privada, deja a la población con poder adquisitivo a merced de la irracionalidad de controles gubernamentales y del bachaqueo
Froilán Barrios Nieves *
Cuando Carlos Marx y Federico Engels publicaron en Londres el Manifiesto Comunista en 1848 provocaron un sacudón universal, por aquello de un “fantasma recorre a Europa, el fantasma del comunismo”, junto a la sentencia en el texto original “la historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases”. De allí en adelante en la cosmogonía marxista luego de transcurridos 167 años hasta el siglo XXI, el punto de partida ha sido en el alfa y omega de los tiempos la contradicción entre las clases: patricios y plebeyos, siervos y nobles feudales y la burguesía y el proletariado.
Según Marx, en la fase capitalista con el evento primigenio de la Revolución Francesa, el concepto se centra en la distribución equitativa de la riqueza, donde la burguesía concurre a la olla de la riqueza nacional con un gigantesco cucharón, entre tanto la clase obrera participa si acaso con la cucharilla del postre, dando origen a la ancestral lucha de pobres contra ricos.
La evolución histórica se encargó de develar el desenlace de estos presupuestos teóricos, donde revoluciones tornadas en leyendas en nombre del Manifiesto Comunista conllevaron al género humano a la prehistoria, y por otro lado el titánico objetivo de pueblos y gobiernos democráticos, de lograr economías donde Capital y Trabajo generen un modo de vida decente.
En ambos escenarios ha habido profundas convulsiones sociales, en el primer caso dieron al traste con el Estado Soviético, quien cubierto con el ropaje del Socialismo Real fue incapaz de implantar el paraíso proletario, por el contrario impuso una dictadura feroz y sobreexplotación laboral, que determino el surgimiento de un Estado sumamente rico ante un pueblo precarizado y miserable.
En el segundo escenario los indicadores socioeconómicos señalan una mayor equidad social, que impulsa las migraciones del África, América Latina, Asia, Europa Oriental, en búsqueda de una mejor vida en lo económico y en lo político; teniendo como respuesta la posición de los gobiernos del hemisferio norte en asumir estos pasivos sociales como propios, por estar en juego el género humano.
¿Entre tanto que observamos en la conducta del régimen gobernante? En lugar de estabilizar la relación entre Capital, Trabajo y Estado, por el contrario la pervirtió, al ilusionar a sectores de la población con la obtención de nuevos ingresos por vía CADIVI, y luego al agotarse el manantial petrolero facilita el bachaqueo de la dieta alimentaria y básica, para que los sectores D y E de menores ingresos obtengan magra parte del festín auspiciado desde la cúpula del poder, al vender productos subsidiados a precios de dólar paralelo a la población que posee un mayor adquisitivo
Al ahogar la alicaída agroindustria y cerrar el grifo de divisas al resto de la economía privada, deja a la población con poder adquisitivo a merced de la irracionalidad de controles gubernamentales y del bachaqueo, como única vía de acceso a la dieta alimentaria ya que la básica es inalcanzable, generando mas incertidumbre y pobreza.
* Movimiento Laborista