Miles de personas fueron testigos de la demolición de dos chimeneas ‘gemelas’ de la central eléctrica Cockenzie, en el este de Escocia, por medio de una explosión controlada.
Las construcciones, de unos 150 metros de altura, fueron edificadas hace 50 años, pero la fábrica fue clausurada dos años atrás por no cumplir con las normas ecológicas de la Unión Europea.