Página escrita para La Voz por los profesores de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela. La responsabilidad de las opiniones emitidas en sus artículos y Notas Internacionales es de los autores y no comprometen a la institución.
El evangelio
según Francisco
**** Algunos acusaron al Papa de tener debilidades con los sempiternos gobernantes cubanos por una supuesta propensión izquierdista
Fidel Canelón
La visita del Papa Francisco a Cuba desató las más intensas pasiones dentro del Continente y allende él. Están, por una parte, los que le recriminaron sin contemplaciones la ausencia casi total de referencias críticas hacia los Castros, así como el no haberse reunido con los grupos disidentes. En el lado opuesto, están quienes exaltaron la mano zurda que tuvo para llevar su mensaje y el hecho de haber logrado virtualmente el milagro de la reconversión de los viejos líderes comunistas (¿ahora capitalistas?) empezando por Raúl, quien asistió disciplinadamente a las tres misas que dio el Santo Padre.
La acusación de que Francisco tuvo debilidades con los sempiternos gobernantes cubanos por una supuesta propensión izquierdista deja a un lado dos importantes aspectos de este tema: el primero, que ha sido una verdadera política de Estado del Vaticano desde los tiempos desde la caída del Muro de Berlín –y aún antes- promover la evangelización en los países ex comunistas, lo que tiene sus expresiones específicas en las visitas a Cuba de Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora Francisco.
El segundo aspecto –en el cual se concentrará este artículo- se refiere a que también desde hace mucho tiempo atrás Cuba había iniciado una tímida apertura hacia la Iglesia, de la mano seguramente de la gran crisis que vivió con la decadencia de la URSS, pero también gracias a la influencia que estaba ejerciendo en el continente la Teología de la Liberación, así como al posterior triunfo de la Revolución sandinista, donde hubo una importante participación de cristianos sacerdotes y laicos.
En efecto, la Teología de la Liberación, surgida al calor del Concilio Vaticano II y la Conferencia Episcopal de Medellín (1968), es uno de los movimientos intelectuales más vigorosos que surgieron en el seno de la Iglesia en el siglo XX, teniendo desde un principio el sello latinoamericano. Aunque no tuvo el mismo impacto en todos los países de la región, en todos generó amplios debates y polémicas. Justamente uno de sus más conocidos exponentes, el sacerdote brasileño Frei Betto, publicó en 1985 un libro donde recogía las opiniones sobre la religión cristiana de Fidel Castro, donde éste hacía las primeras manifestaciones de apertura hacia la Iglesia.
Por su parte, la Revolución sandinista, que triunfó en 1979, rompió los esquemas ortodoxos de las izquierdas latinoamericanas, al conciliar lo que hasta ese momento se veían como agua y aceite, el marxismo y el cristianismo. Es sabido que varios de sus líderes más importantes, entre ellos el emblemático Ernesto Cardenal –hoy enfrentado a Daniel Ortega- eran sacerdotes católicos.
Lo cierto de todo es que, como dicen, de aquellas tierras, estos lodos. Puede decirse que la virtual conversión de Cuba al cristianismo es ciertamente un suceso singular pero no aislado. Las religiones están copando los espacios creados por la decepción creciente ante las ideologías y partidos tradicionales. No es casualidad, seguramente, que un obispo católico haya ganado unas elecciones en Paraguay hace pocos años, así como no es de extrañar que varios de los nuevos caudillos latinoamericanos se comporten por momentos como unos predicadores más que como los dirigentes políticos que son.
XXXXXXXXXXX OTRO TACO ABAJO MEDIA PAGINA VA EN TRES TACOS*****
Notas internacionales
Freddy José Castellanos Brandes
Destrucción del
patrimonio cultural
La destrucción de patrimonio cultural ha sido una constante en los conflictos bélicos; solo que ahora observamos cómodamente la devastación deliberada de parte del patrimonio cultural de la humanidad, esta vez las ruinas de Palmira, en Siria, por motivos religiosos de radicales islámicos conocidos como yihadistas, quienes paradójicamente han sido promovidos, usados y armados por potencias civilizadoras comprometidas con la diversidad cultural. Esta destrucción no es solo un acto grotesco de intolerancia, sino un método para inducir la fragmentación social y desdibujar la identidad de los pueblos; facilitando así su dominación.
Las pandillas
en el Salvador
El Salvador ocupó nuevamente la atención en América Latina; con el paro del transporte colectivo impuesto mediante el asesinato de conductores del referido servicio; cometidos por las pandillas o maras, organizaciones criminales, que pretenden forzar al gobierno a mantener la tregua en su lucha contra las ellas. El gobierno respondió presentando el problema como un asunto político partidista, al denunciar a opositores como los instigadores y de utilizar a las maras en un plan de golpe de estado; en todo caso, parece no comprender que el crimen organizado ya adquirió una dimensión política propia, al disputarle al estado: territorio, población y gobierno.
Radicalización laborista
Recientemente el partido laborista en el Reino Unido intenta un viraje hacia la izquierda, diferenciándose de su rival el partido conservador y atraer nuevamente a los sectores obreros, este cambio se inicia con el triunfo en las elecciones internas del candidato más a la izquierda, Jeremy Corbyn, como máximo líder del laborismo; lo cual ha suscitado esperanza en aquella población defraudada por los políticos tradicionales, y la animadversión de los voceros históricos del laborismo que temen perder el control de partido y las próximas elecciones parlamentarias. Sus propuestas contemplan mayor intervención del estado para corregir las injusticias sociales que el neoliberalismo conservador aún no ha querido eliminar.