Decenas de policías esperan en el aeropuerto internacional La Chinita de la ciudad de Maracaibo al ex candidato presidencial Manuel Rosales, quien ha anunciado que hoy pondrá fin a seis años de autoexilio.
«Es extraordinario el despliegue de seguridad que hay en el aeropuerto» a pocas horas del arribo del avión que lo trasladará a Venezuela, dijo a Efe una fuente del partido socialdemócrata Un Nuevo Tiempo (UNT), del que Rosales es fundador, que pidió no ser identificada.
Rosales, de 63 años, tiene previsto llegar a Maracaibo en un vuelo comercial hacia las 02:00 de la tarde desde Aruba, adonde viajaron para acompañarlo de regreso sus abogados y los dirigentes de UNT Delsa Solórzano, William Barrientos y Timoteo Zambrano.
La cónyuge de Rosales, la alcaldesa de Maracaibo, Evelyn Trejo, y los hijos de ambos, «lo esperarán en el mismo aeropuerto La Chinita», detalló la fuente de UNT.
El partido de Rosales tiene pautada una concentración en Maracaibo para darle la bienvenida, pero se espera que el político opositor sea detenido, como anticipó hace cuatro días la fiscal general de la República, Luisa Ortega.
«Él es un venezolano, este es su país y se le respetarán todos sus derechos si es verdad que viene, me parece muy bien que venga y que le haga frente a la Justicia, ese es el comportamiento que deben tener todas las personas y, bueno, si viene se le garantizarán todos sus derechos, pero será aprehendido inmediatamente que llegue al país«, dijo la fiscal en declaraciones a Televen.
Rosales, recordó Ortega, «tiene una orden de captura» que eludió cuando en 2009 pidió asilo en Perú, desde donde viajó recientemente a Panamá y desde ahí a Aruba.
Rosales ha manifestado ser consciente de que, si regresa a Venezuela, será apresado porque en ese caso se reactivará automáticamente el juicio que ha pedido en su contra la Fiscalía.
Afirmó que con su regreso espera «ayudar a ganar las elecciones del 6 de diciembre» que renovarán el parlamento, actualmente controlado por el oficialismo.
Rosales está acusado de cometer presuntos actos de corrupción cuando ejerció como gobernador del estado Zulia, cuya capital es Maracaibo, entre los años 2000 y 2008, y antes como alcalde de esa ciudad de 1996 a 1999.
Al respecto ha dicho en el pasado que es «perseguido» por «grupos económicos con riquezas mal habidas y sectores políticos» a los que no les permitió «sus negocios y triquiñuelas en el Zulia». EFE