El Ministerio Público acusó a dos efectivos del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional Bolivariana, Jhonatan Javier Chirinos y José Rafael Mosquera, por solicitar dinero a un hombre que presuntamente tenía los seriales alterados de su vehículo, hecho ocurrido el pasado 22 de agosto en Acarigua, estado Portuguesa.
Los fiscales 93º nacional y 2º de esa jurisdicción, Dayiso Rodríguez y Karla Guerrero, respectivamente, acusaron a los efectivos castrenses por la presunta comisión de los delitos de concusión y peculado doloso propio en grado de frustración.
En el escrito presentado ante el Tribunal 3º de Control de Acarigua, los fiscales solicitaron la admisión de la acusación, el enjuiciamiento de los dos efectivos y que se mantenga la medida privativa de libertad contra Chirinos y Mosquera, quienes permanecen recluidos en la sede del Conas, ubicada en Acarigua.
Según la investigación, el 19 de julio de este año, un hombre iba a bordo de su vehículo marca Ford, cuando pasó por un punto de control ubicado en Guanare. Allí, funcionarios de la Policía del estado Portuguesa le dieron la voz de alto y le retuvieron el carro, pues le manifestaron que presuntamente presentaba irregularidades.
Al día siguiente, la víctima regresó al estado Barinas y reportó su situación a funcionarios del Conas de esa jurisdicción, quienes se trasladaron a Portuguesa para revisar el caso.
Una vez en Acarigua, efectivos de ese organismo castrense se trasladaron junto a la víctima hasta la sede de la policía regional, donde les entregaron el carro.
Sin embargo, el 22 de julio, el Conas de Portuguesa le comunicó al dueño del automóvil que el mismo tenía los seriales alterados, por lo que a cambio de no retenerlo nuevamente, debía vender el carro y darles la mitad del monto total.
En vista de la situación, el hombre presentó la denuncia ante el Ministerio Público, por lo que se coordinó una entrega controlada de dinero, la cual se materializó el pasado 21 de agosto.
Durante el procedimiento, Chirinos y Mosquera fueron aprehendidos por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar.