Este lunes, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, insistió en que el camino para salir de la crisis económica es activando el aparato productivo nacional, por lo que emplazó al Ejecutivo nacional a tomar medidas que vayan en beneficio de mejorar la calidad de vida de venezolanos y no de un grupo.
“Supuestamente hoy el gobierno realizará unos anuncios. Ojalá que Maduro anuncie medidas para activar la producción y eso pasa por generar un clima de confianza en los sectores económicos y productivos del país. Si usted dicta las políticas económicas, tiene que poner a un lado las diferencias con cualquier sector. No es amenazando ni burlándose de la empresa privada como se supera la crisis. Eso nos tiene que preocupar como venezolanos, porque muchos de los productos que se consiguen, son gracias al trabajo cuesta arriba que hace el esfuerzo privado para garantizar los alimentos al pueblo”.
En el marco de una Asamblea para el Progreso efectuada desde la parroquia Santa Teresa del Tuy, municipio Independencia de la región Valles del Tuy, Capriles sostuvo que las dificultades económicas por las que atraviesa el país, son el tema de fondo, por lo que llamó al gobierno a asumir su responsabilidad.
“Hay quienes creen que el problema económico de Venezuela es culpa de los bachaqueros o el contrabando. Pero eso no es cierto. La escasez, así como la crisis económica es consecuencia de la destrucción de la producción nacional. Hoy no se produce y lo poquito que hay en el país es importado y cada vez hay menos divisas. Dicen que viene arroz de Surinam ¿por qué tiene que ser una gran noticia que venga arroz de otro país, cuando en Venezuela tenemos buenas tierras para la siembra? Deberíamos decir con orgullo que estamos exportando arroz, no importando”.
Lamentó que desde el mes de diciembre de 2014, los venezolanos no conozcan la cifra de inflación. “Es imposible tapar el sol con un dedo. Por mucho que este gobierno se esfuerce en ocultar el índice de inflación, nuestro pueblo la siente y el bolsillo del venezolano también. Ahí está, ajustaron el salario mínimo, con eso no se puede vivir. Dividan el 30% de ese aumento en 30 días y son 74 bolívares diarios, que no alcanzan ni para una empanada, es más ni un chocolate se puede comprar con eso. En la Venezuela de hoy, comprarle un helado a un niño es un lujo”.