A través de una carta publica difundida por la prensa regional, 62 dirigentes de Copei renunciaron en Táchira a su militancia. Los diputados Abelardo Díaz y Homero Ruiz destacan entre los actores políticos que decidieron marcar distancia de la tolda verde y firmaron este documento, así como el concejal de San Cristóbal, Eduardo Delgado; Wolfang Meneses, Luis Bueno, Daniela Sánchez, Yorkley Sifontes, Osmar Cáceres, Carl Monasterios, Nelson Gabriel Chacón, Andrey Salas, Leonardo Manrique, entre otros.
“Nuestro Copei ha visto diluir sus fuerzas y el sentimiento de apoyo popular de manera sistemática durante los últimos años, como consecuencia de una cadena de infortunios y desaciertos adelantados desde todos los niveles de dirección”, destaca en la misiva dirigida a Roberto Enríquez, actual presidente del partido político. Igualmente afirman que decisiones de tribunales “alejaron al partido del camino de la Unidad”.
También afirman que “nuestro desacuerdo a las directrices emanadas de la Dirección Política Regional, referentes a no apoyar a todos los candidatos de la Unidad Democrática en el estado, es una decisión errada que no vamos a acatar“.
A continuación la carta completa:
San Cristóbal 18 de Octubre de 2015
Ciudadano
ROBERTO ENRÍQUEZ LAVAUD
Presidente electo del Partido Social Cristiano COPEI
Presente.-Estimados amigos
Por este medio presentamos nuestra renuncia al Partido Social Cristiano COPEI, y a todos los deberes y derechos que como militantes del mismo observábamos, no sin antes dejar claro, que jamás abandonaremos los valores y principios de la democracia cristiana, que nos han acompañado desde siempre y que nos seguirán acompañando hasta el último respiro.
Hemos sido copeyanos de convicción, de corazón y de formación, nunca será fácil explicar las razones que nos llevan a abandonar nuestra militancia, como no fue fácil la decisión tomada, nuestra intención no será nunca atacar el significado histórico de este gran partido, forjador de la democracia venezolana; ni menos aún denigrar de algún compañero, lo que hace aún más difícil exponer nuestros motivos y razonamientos.
COPEI ha sido nuestra escuela, nuestra casa y nuestra familia política, aquí nos formamos y nos hicimos conductores y acompañantes de la voluntad de la gente, en COPEI recibimos los votos que nos llevaron a cargos de elección popular, copeyanos hemos sido siempre y con los copeyanos hermanamos nuestras luchas políticas y sociales.
Antes que copeyanos fuimos formados en la democracia cristiana, en su especificidad como dijo nuestro fundador, marcados por la doctrina social de la Iglesia, defensores siempre de la dignidad de la persona humana, del bien común y de la importancia de la solidaridad, siempre hemos visto la política como un servicio y nunca como un trampolín para el lucro o el beneficio personal.
Por esa formación luchamos contra la vanidad del poder, la corrupción, el caudillismo, el materialismo y la falsa ética del revanchismo social que representa el actual gobierno, pero también contra las erradas formas políticas del pasado, por lo tanto no podemos hoy más que estar tristemente sorprendidos, porque lo que tanto criticamos ha tomado vida en el partido de nuestras angustias, alejándolo del favor de la opinión pública y de los corazones de la gente.
Nuestro COPEI ha visto diluir sus fuerzas y el sentimiento de apoyo popular de manera sistemática durante los últimos años, como consecuencia de una cadena de infortunios y desaciertos adelantados desde todos los niveles de dirección; pero más grave aún nuestro partido ha sido ahora secuestrado por decisiones judiciales que distan mucho de la verdadera justicia, lamentablemente con el impulso de algunos compañeros que no parecen comprender que ese camino nos ha conducido no solo a la salida de la gloriosa ruta de la Unidad Democrática, sino también a convertir a COPEI en un vehículo acompasado al ritmo de los enemigos de la libertad y la democracia.
Hoy nos resulta imposible estar en sintonía con los venezolanos que luchan por la democracia permaneciendo en la que ha sido nuestra casa política, esa triste y lamentable situación interna por la que hoy atraviesa COPEI imposibilita avanzar de manera estable en un trabajo político de reorganización y relanzamiento de nuestra organización, dado que hoy la suerte de COPEI está en manos del Tribunal Supremo de Justicia, lo que es igual a estar en manos del gobierno. Estamos convencidos de que el gobierno junto al TSJ hará con COPEI lo que más le convenga al régimen y no lo que más le convenga a COPEI ni a los copeyanos.
Motiva también esta decisión la profunda desconexión que existe entre las autoridades designadas y el sentir del pueblo socialcristiano y democrático en general, percibimos con altísimo desagrado los constantes mensajes de confrontación y discordia que emanan todos los días de los distintos sectores del partido, que sólo se refieren a amenazas, expulsiones, señalamientos, denuncias en fiscalía, cambios inconsultos en los organismos funcionales y lo que es peor, las últimas imágenes que recorren las redes sociales, que muestran una golpiza en nuestra sede de Caracas, cuando todo el país está centrado en hacer el máximo esfuerzo por ganar la Asamblea Nacional y así cambiar el rumbo de la nación.
A esta particular situación, agregamos nuestro desacuerdo a las directrices emanadas de la Dirección Política Regional, referentes a no apoyar a todos los candidatos de la Unidad Democrática en el estado, decisión errada que no vamos a acatar, pues consideramos que la unidad es una herramienta fundamental para el triunfo y la tarjeta de la unidad es un instrumento esencial para ello, en tal sentido y en aras de no entorpecer la aplicación de esas decisiones, preferimos apartarnos de la disciplina partidista que lleva consigo la militancia activa.
Renunciamos con dolor, porque sabemos que hoy más que nunca Venezuela necesita una gran fuerza en el centro político que defienda los valores de la libertad, la dignidad y la solidaridad como COPEI estaba llamado a hacerlo, renunciamos con la tristeza de saber que ya no seremos compañeros de camino partidista de muchos dirigentes, mujeres y hombres, que honestamente seguirán luchando de buena fe desde las trincheras de COPEI; pero seguiremos siendo compañeros del camino democrático, de justicia y libertad, manteniendo siempre vivo el afecto y el compromiso que nos unió.
Renunciamos a COPEI, pero no renunciamos a nuestros espacios en la vocería de la Unidad Democrática, como tampoco al compromiso de seguir luchando por la libertad y la dignidad de todos los venezolanos, ojalá podamos conseguirnos nuevamente, en un futuro no muy lejano, en las mismas luchas y con la misma gente. En este momento histórico nuestro primer espacio está en las calles, en la lucha y el esfuerzo diario por salir democráticamente del caos político, social y económico en que nos ha sumergido el gobierno, esfuerzo que seguiremos adelantando como militantes de la causa democrática en las calles de Venezuela. Nos vamos porque necesario es Avanzar.