Irán, el principal aliado del régimen sirio en Oriente Medio, participará por primera vez el viernes en las conversaciones internacionales sobre el conflicto en Siria, un importante giro diplomático deseado por Moscú.
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, viajará el viernes a Viena para participar en estas conversaciones, indicó este miércoles una portavoz del ministerio. «Hemos recibido la invitación y se ha decidido que el ministro de Relaciones Exteriores participe en las conversaciones», dijo la portavoz Marzieh Afkham, citada por la televisión estatal.
Es la primera vez que Irán, aliado del régimen de Damasco, intervendrá en una reunión internacional sobre Siria, ya que Teherán no fue invitada a las conferencias que se celebraron en Ginebra en 2012 y 2014.
Los jefes de la diplomacia rusa, estadounidense, saudí y turca abordarán el conflicto sirio este jueves en Viena. El viernes se unirán a ellos sus homólogos iraní, egipcio, iraquí y libanés, «invitados por Estados Unidos», indicó una fuente diplomática rusa.
El viernes 23 de octubre ya hubo una primera reunión cuatripartita en un palacio de Viena para estudiar cómo poner fin a la guerra civil en Siria.
Las dos grandes potencias rivales de la región, el reino de Arabia Saudí -bastión del wahabismo, una doctrina suní puritana basada en una interpretación literal del Corán- y la República Islámica de Irán, donde el poder está en manos de un régimen islamista chií, están en desacuerdo sobre Siria.
Riad apoya a grupos rebeldes y participa en los bombardeos aéreos liderados por Estados Unidos contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI). En cambio, Teherán apoya al régimen del presidente Bashar al Asad financiera y militarmente.
Oficialmente, Irán no envía soldados a Siria, sólo asesores que forman parte de los Guardianes de la Revolución, una unidad de élite de las fuerzas armadas iraníes. En un hecho sin precedentes desde que se inició el conflicto sirio, Irán anunció oficialmente desde principios de octubre la muerte de 15 iraníes en Siria.
Rusia reclamaba desde el inicio de este conflicto en 2011 la participación de Teherán en reuniones como la prevista en Viena, pero Estados Unidos se oponía. El martes, Washington anunció su cambio de posición al respecto. «Esperamos que Irán sea invitado a participar», declaró el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
– El futuro de Asad sigue causando división –
Paralelamente, en momentos en que el futuro de Asad divide a Rusia y Estados Unidos, el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, afirmó este miércoles que Francia y sus aliados occidentales y árabes quieren negociar en las futuras conversaciones internacionales sobre Siria un «calendario preciso» para que el presidente sirio abandone el poder. «Nos concertamos sobre la forma de la transición política para garantizar la renuncia de Bashar al Asad según un calendario preciso», declaró Laurent Fabius en un comunicado. Esta posición se definió en la noche del martes en París, de cara a las conversaciones previstas esta semana en Viena.
También el martes, el jefe de la agencia estadounidense de inteligencia, John Brennan, había dicho estar convencido de que los rusos pretendían lograr la salida de Asad para llegar a una solución del conflicto en Siria. «A pesar de lo que dicen, creo que los rusos no ven a Asad en el futuro de Siria», estimó Brennan en una conferencia sobre inteligencia en Washington el martes. «Creo que los rusos comprenden que no hay solución militar en Siria y que tiene que ser una especie de proceso político», declaró el jefe de la CIA. «La cuestión es en qué momento y cómo van a ser capaces de lograr que (Asad) salga de escena», dijo. «Paradójicamente, creyeron que primero tenían que reforzar a Asad antes de retirarlo», explicó.
Rusia lanzó el 30 de septiembre una campaña de bombardeos en Siria contra el «terrorismo», pero Washington y sus aliados occidentales acusan a Moscú de apuntar principalmente a los grupos de oposición al régimen de Asad.
Por su parte, Estados Unidos expresó su intención de intensificar sus bombardeos contra el grupo EI en Siria e Irak, centrando sus esfuerzos en el bastión del EI de Raqqa, en el norte de Siria, y aumentará el apoyo a los grupos rebeldes que combaten a los yihadistas.
AFP