Omar Ávila
@omaravila2010
Mientras los venezolanos nos encontramos en medio de una crisis carcelaria, saqueos, linchamientos, colas humillantes, inflación galopante, servicios públicos deficientes y acechados por el hampa, el gobierno se ocupa de grabar de manera ilegal una conversación privada que nada tiene que ver con la toma de decisiones gubernamentales.
Ahora los diputados del PSUV, acusan ante la Fiscalía General de la República a estos ciudadanos entre otros supuestos delitos por “Traición a la Patria”, dándole un giro de 180 grados a lo que dice nuestra Carta Magna, y es que no son ellos quienes deben demostrar su inocencia, sino la propia FGR la que debe demostrar su culpabilidad o no ante tal acusación, que demás está decir que estos no tienen firma en las actuaciones del Estado, ni ningún tipo de cualidad para representar al gobierno ante organismos internacionales.
Mientras que esta nueva función ocurre, el gobierno no solo empobrece aceleradamente a todos los venezolanos, sino que lo hace en nombre de la defensa de los más pobres y necesitados.
Además, insiste en perfeccionar su modelo económico fracasado con más controles, restricciones, prohibiciones, persecuciones, amenazas y lo único que pretende cambiar es el pasado Dakazo, por un Polarzaso.
Por todo esto y más es que el cambio en nuestra Venezuela cada día es más urgente y necesario.
Después del show con Obama y el imperio, vino Granger y Guyana. Prosiguió con el capítulo de Santos y Colombia y ahora el nuevo enemigo del gobierno es el sector productivo nacional en cabeza de su más destacado representante.
Y es que para este modelo económico fracasado es un pecado mortal producir, vender, importar, exportar, ahorrar, invertir, reinvertir, obtener ganancias, distribuir dividendos, generar empleo y riqueza. Este modelo es incompatible con la libertad económica y con la propiedad privada.
Lo que el modelo fracasado del gobierno de Nicolás Maduro necesita para perpetuarse es: pobreza, inflación, escasez, devaluación, controles, confiscaciones, bachaqueo, roscas, destruir la moneda y con ella el salario, cerrar fronteras, cercenar libertades, y ser dueño de todo para que la gente no sea propietaria de nada.
Por ello, el gobierno insiste en su desespero ante la pérdida de apoyo popular en grabar, sin ningún tipo de orden de un tribunal, o sea de manera ilegal a todos los que de una u otra manera disentimos de este régimen, esta vez le tocó el turno a Lorenzo Mendoza y a Ricardo Hausman.
Sin embargo, una cosa es opinar y preocuparse por la situación actual de nuestro país y otra muy distinta es estar hablando en nombre Venezuela. Es ahí donde el gobierno intenta confundir al pueblo venezolano. Opinar sobre lo que se debe o no se debe hacer, con mayor o menor detalle no pasa de ser solo una opinión.
Lorenzo Mendoza es el Presidente de la empresa que está alimentando a los venezolanos con todo y los obstáculos, y eso se demuestra comprando lo que a duras penas se consigue en el mercado. Por ello me pregunto: ¿Cuántas marcas de harina de maíz expropió el gobierno y cuánto producen? En cambio Alimentos Polar promueve una sola, que es la preferida de los venezolanos y es la única que se consigue: Harina de maíz marca P.A.N.