“…Tenemos patria en la medida que sea prioridad sobre cualquier interés personal…”.
Cesáreo José Espinal Vásquez—cjev@cantv.net
Se habla, se escribe y se publicita en proselitismo partidista, que ahora es cuando realmente “tenemos patria”. La patria no tiene definición exacta, se conoce, se siente y se defiende por estado de conciencia y convicción. El 8 de septiembre de 1777, el Rey Carlos III, por Cédula Real, crea la Capitanía General de Venezuela integrando las provincias de Venezuela (Caracas), Coro; Nueva Andalucía (Cumaná), Maracaibo, Guayana, Margarita y Trinidad, transfiriendo esas provincias de la Audiencia de Santo Domingo al Virreinato de Nueva Granada. La Capitanía General de Venezuela, adquiere “ipso jure”, el derecho posesorio, o sea, “uti possidetis juris”, que es el derecho de poseer todo el territorio de la Capitanía. La historia colonial nos enseña que los holandeses, franceses, ingleses y portugueses incursionaron la zona que se ha llamado Esequibo y hasta pretendieron ir más allá del alto Orinoco, pero sabemos de hechos indiscutibles que la Madre Patria tuvo el control de la Capitanía General, pero perdiendo la isla de Trinidad. La corona británica no le interesaba pelear contra la corona española, pero muy hábilmente concedía patentes de corso a piratas como a Walter Raligh, entre otros, por lo que si Carlos III en 1777 no hubiese creado la Capitanía General de Venezuela, con su asiento capital en Caracas, todo ese territorio sería por pedazos de Inglaterra, Francia, Holanda, de Portugal y España. El Rey Carlos III nos dio la patria de Venezuela con la Capitanía General, después vino la emancipación. La diplomacia venezolana ha actuado discrecionalmente firmando acuerdos, convenios de cooperación y sujeciones al socialismo marxista sin consultarle al pueblo. El laudo arbitral de 1899 en París, es nulo de nulidad absoluta “ab initio” porque USA carecía de la legitimación constitucional para representar a Venezuela en ese írrito laudo arbitral que fue denunciado ante las Naciones Unidas y se convino un acuerdo para el acuerdo en Ginebra en 1996. El Presidente de la República no tiene autonomía discrecional para suscribir acuerdos con la República Cooperativa de Guyana, cuya independencia de Gran Bretaña y ser reconocida por Venezuela, ha debido ser sometido a referendo consultivo debido a la “zona en reclamación”. Con el reconocimiento se le está dando el “statu quo”, o sea, dejar las cosas como están, que es lo alegado por los Guyaneses. El justo título lo tiene Venezuela con fundamento legal en la Capitanía General de Venezuela, por cuanto el “uti possidetis juris” priva sobre la situación de hecho del país invasor, debiendo revocarse el reconocimiento mediante referendo consultivo y actuar en reivindicación por ser materia de especial trascendencia nacional que deberá ser a iniciativa del Presidente de la República a tenor del artículo 71 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Hagamos patria.