El exfiscal venezolano Franklin Nieves, quien huyó del país tras denunciar el montaje de «pruebas falsas» contra el líder opositor Leopoldo López, aseguró hoy que su asilo político en Estados Unidos está en «trámite» y reveló que el Gobierno de Nicolás Maduro ha intentado sobornar a su esposa para que regrese a Venezuela.
En una entrevista telefónica con Efe en Miami, donde se ha refugiado temporalmente, Nieves denunció que personas afines al Gobierno están tratando de comunicarse con su esposa «para que ella regrese al país y montar un espectáculo diciendo que había vuelto porque no estaba de acuerdo» con su marido.
El exfiscal voló a Estados Unidos el pasado 20 de octubre, tras viajar de vacaciones a Aruba y, desde allí, logró huir con su familia sin despertar sospechas hasta territorio estadounidense.
«Desconozco si estaba vigilado en el aeropuerto de Maiquetía; sin embargo, pasé desapercibido al llevar una gorra puesta, el pelo pintado y andar con las niñas», detalló Nieves, quien se encuentra en el proceso de tramitación de asilo político, sobre cuya marcha no quiso añadir ningún otro comentario.
Sobre las «presiones» ejercidas por el Gobierno de Maduro a su mujer para que volviera a Venezuela, el exfuncionario judicial afirmó que le ofrecieron una situación económica desahogada y toda una serie de «favores» a su regreso.
Y es que el régimen chavista, precisó, «siempre piensa que el venezolano se va arrodillar por una loncha, como están acostumbrados a hacer, por un sueldo o una pensión para que la gente se arrodille».
«Lo que se ha propagado en Venezuela es el miedo y la miseria», sentenció Nieves.
Desveló que el miedo domina cada una de las instituciones venezolanas que se pliegan a los dictados del Gobierno, hasta el punto de que en el despacho de la fiscal general, Luisa Ortega, «supuestamente hay más de 300 renuncias» de fiscales que han decidido retirarse a consecuencia de la «presión» que soportan.
Una situación de asfixia de la actividad judicial que, en opinión de Nieves, puede causar una fuga de fiscales, como la que él protagonizó.
Nieves acusó desde territorio estadounidense a Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, de orquestar el arresto ilegal del opositor Leopoldo López, al tiempo que denunció las presiones recibidas para inculparle con pruebas falsas y fabricadas.
«Se incorporaron pruebas falsas en el juicio con testigos, funcionarios y expertos citados a declarar a los que se les decía lo que tenían que decir» como que López «llamó a la violencia», o que «hubo un incendio» en la biblioteca del Ministerio Público tras el lanzamiento de un cóctel molotov.
En este caso, «allí no hubo incendio» ni tampoco «se utilizaron extintores. Fue mentira y no hubo constancia de ello en ninguna investigación». «Jamás y nunca hubo incendio» en el lugar de los hechos, reconoció el exfiscal.
«En el tribunal se les imponía el artículo del falso testimonio», apostilló, para agregar que a los funcionarios reticentes a incorporar al proceso acusaciones fabricadas se les amenazaba con una «investigación penal y disciplinaria», y «cedían».
Preguntado por las críticas que ha recibido desde el exilio venezolano en Miami, que ha pedido al Gobierno estadounidense que tramite su deportación a Venezuela por complicidad con el régimen, Nieves reaccionó con enfado y dijo que «muchos venezolanos y exiliados que están en Estados Unidos siguen el juego» al Gobierno de su país y «cuidando sus intereses» en territorio estadounidense.
«Tal vez no les conviene (a ciertos venezolanos radicados en Miami) que el Gobierno venezolano cambie, que siga así», aseveró, para añadir: «Si formulo la denuncia en EE.UU. es porque quiero que cambie la situación política en Venezuela, que haya división de poderes y luego regresar a mi país».
«Yo me dije: voy a vencer el miedo. Y por eso lo hice», exclamó Nieves. EFE