La escasez de productos, falta de empleados e inseguridad tienen en jaque a quienes se dedican a la venta de productos en los municipios Simón Bolívar y Juan Antonio Sotillo
“Los tiempos han cambiado”. Así lo expresó, sin titubeo, el comerciante Jorge Alzan, quien aseguró que tiene más de 30 años dedicado a esta actividad y observa “con preocupación” cómo cada vez son menos las personas que ingresan a su establecimiento.
La poca presencia de clientes, “lo desolado” que están las calles, la falta de personal (lleva meses buscando empleado y no halla a quien acepte la vacante), y la escasez de mercancía son algunos de los motivos por los que Alzan ha cambiado la rutina en su local.
“Antes cerraba a las 7:00 de la noche, y cuando se acercaba Navidad, a finales de octubre, activaba el horario navideño, hasta las 8:00 pm, o hasta que hubiese clientes en la tienda”, dijo para advertir que este año, así como el pasado, no será igual.
Señaló que baja las santamarías de su tienda a las 6:00 de la tarde “cuando mucho”. Teme que si tarda un tiempo más abierto al público cualquier delincuente entre y le haga daño.
Ruby Rosales tiene más de 20 años ofreciendo vestimenta para playa. Contó que lleva tiempo cerrando su local a las 5:00 pm.
“Recuerdo las buenas épocas cuando en Navidad dejaba mi negocio abierto hasta la noche porque la gente siempre incluía en sus compras trajes de baño, bien sea para obsequiar o para estrenarlos durante los días de fiesta”.
Aseguró que las ventas “cada vez están peor”, porque hay poca variedad que ofrecer “y lo que nos llega es a precios exorbitantes”.
Desde Barcelona En un recorrido realizado por el casco central de Barcelona se constató que apenas 10 tiendas de calzados, ropa y cosméticos se mantendrán abiertas los domingos hasta el mediodía.
La encargada de uno de los establecimientos, Natasha Gamboa, dijo que hasta hace dos años laboraban los domingos hasta las 5:00 pm, pero los lineamientos cambiaron por los altos índices de inseguridad y falta de personal.
“Sí hay quienes quieren comprar los domingos. Sin embargo, no es rentable por la baja venta y arriesgamos la vida de los empleados, la nuestra y la mercancía».
Vía El Tiempo