Lo que Chávez no querría

 Vamos pues a unas elecciones que serán una prueba de fuego para la sobrevivencia de la paz, la igualdad y las demás conquistas contenidas en este proyecto bolivariano y anti-imperialista

Vamos a estar claros, Chávez por encima de todo fue un militar prestado a la política. Quizás por no pagar a tiempo el noviciado -prueba obligatoria impuesta a los políticos-, a Chávez le faltó la suficiente malicia para sortear algunas de las dificultades que debió enfrentar como gobernante.

De no ser cierta esta apreciación, ¿cómo explicarse que haya sido en sus propias narices, que el entorno palaciego planeó y ejecutó el fatídico golde de Estado el 11 de abril del 2002?

Bonachón, dicharachero y poco suspicaz, Chávez era de los que siempre prefería darle más crédito a la amistad, que al reconocimiento en profundidad de todas esas ingratitudes que se ocultaban en la historia maquillada por plumarios tarifados del capitalismo.

Por ello tardó en entender que en Venezuela la pugnacidad por el poder era como pelea a muerte entre caimanes hambrientos; y que los dramáticos momentos de 1859, 1892, 1899,1908,1945,1948,1958 ,1993, 1998 no fueron cuentos de camino, sino la cruda expresión de la crisis de poder y el vacío de liderazgo que por siglos conmovió al país.

Y porque hizo de su vocación de servicio un verdadero apostolado y creyó más en la buena fe de sus aliados, jamás se imaginó que estaba siendo infiltrado por oportunistas y traidores, quienes no tardaron en aprovechar su ausencia física, para convertir el sueño bolivariano en un paciente moribundo debatiéndose entre la vida y la muerte. ¿O es que somos tan ilusos para decir que estamos ganando de calle los comicios del 6D?

También, a Chávez debemos reconocerle su inmensa pasión cuando le correspondió defender la condición protagónica y participativa del pueblo en la toma de sus grandes decisiones. Por ello no dudamos que habría sido el primero en oponerse a esas chucutas primarias que resultaron más tramposas que un juego de póker con las cartas marcadas.

Hoy, cuando apenas faltan pocas semanas para renovar el parlamento venezolano, nuestro llamado va dirigido a los ciudadanos honestos para que no se equivoquen eligiendo a candidatos que pongan la cómica con discursitos rokoléricos, o que se dejen apabullar por politiqueros demagogos que fueron responsables del desastre durante el periodo puntofijista.

Vamos pues a unas elecciones que serán una prueba de fuego para la sobrevivencia de la paz, la igualdad y las demás conquistas contenidas en este proyecto bolivariano y anti-imperialista. Y porque estamos claros que la masa no está para bollo y el imperio cada vez es más agresivo, entonces ¿qué mejor que ejercer el voto cruzado, como única herramienta válida para depurarnos de tantos holgazanes y viva la pepa que ni lavan ni prestan la batea en el parlamento venezolano?

Como candidato lista por el Partido Poder Laboral y respaldo de Marea Socialista, Freddy Kamel Eljuri jura ante Dios y el pueblo en general, que no defraudará a sus electores; que no escatimará esfuerzos para impulsar la concordia nacional; y que tampoco será indiferente frente a una polarización que nos está llevando derechito al desastre total.

De manera que debemos aprovechar este 6D para darnos la oportunidad de reencontrarnos, y hacer letra viva el golpe de timón que oportunamente nos recomendó Chávez. Y porque estamos convencidos que las grandes mayorías quiere vivir y trabajar en santa paz, desde ya vaticinamos que el pueblo, esta vez, no se dejará ver la cara de bolsa, ni tampoco votará entubado como si fuéramos ovejas mansas en un corral, o nuestro cerebro no funcionara por tratarse de un simple adorno.

De ahí que nuestro llamado está dirigido a quienes han entendido que en Venezuela todos cabemos, siempre y cuando aprendamos a respetar nuestras lógicas diferencias, pues no somos una sociedad robótica que se mueve en la misma dirección como el monorriel.

Desde ya auguramos el mayor de los éxitos, ya que los hechos están anunciando que el 6D podrá repetirse el fenómeno electoral de 1993 y 1998, ocasión en la que el universo electoral demostró que pesa más la conciencia patriótica, que todas esas maquinarias partiditas con sus enormes gandolas cargadas de dinero sucio.

Freddy Elías Kamel Eljuri
aporrea.org

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