Desde el 14 de febrero de 1621, los habitantes del “Valle de Guarenas”, hemos venido recibiendo el amparo espiritual de “Nuestra Patrona”. Si bien es verdad esta veneración no comenzó en nuestro pueblo, sino allá en el Altiplano Boliviano. para comienzos del siglo XVII, ya ella señoreaba en el altar mayor de la “Ermita de San Pablo” en Caracas.
Durante el gobierno del General Antonio Guzmán Blanco esta fue derrumbada para construir el Teatro Municipal; desde allí era sacada en procesión cada vez que nuestra Caracas era víctima de pestes y epidemias que diezmaban inmisericordiamente a sus habitantes. Esto sucedió prácticamente la totalidad de los siglos XVI, XVII, XVIII. En nuestra querida Guarenas durante los terremotos de 1812, 1900, y 1967, se escuchaba por todos lados; ¡Salve Virgen de Copacabana! Ante todas y cada una de las catástrofes a los que este pueblo ha estado expuesto.
A lo largo de estos casi 400 años, las festividades de nuestra santa patrona han constituido la actividad religiosa y popular más resaltante del pueblo guarenero; tan ha sido así, que desde el mes de octubre ya se notaba la febril actividad en pro de tan magna fecha (21 de Noviembre); las tiendas del pueblo ya comenzaban a poner a la disposición de sus clientes cortes de telas, zapatos, sombreros, alpargatas moteadas y adornos de todo tipo.
Desde el mes de agosto nuestros sastres y costureras ya tenían copados sus pedidos; por otra parte los albañiles corrían de un lado a otro reparando techos y fachadas para que lucieran relucientes los frentes de nuestras casas.
Por otra parte, todos aquellos jóvenes que habían hecho la primera comunión esperaban ansiosos la llegada del señor Obispo para recibir de él la tan ansiada confirmación (En 1954 acompañado de mi padrino el pelotero del Plaza Pedro José Navarro recibí la confirmación).
Dicho distinguido prelado, era esperado cada año por las autoridades civiles, eclesiásticas y el pueblo en general en la llamada “Calzada del Pueblo Arriba” (cruces de las calles Gral. José Félix Ribas y Presbítero Doctor Regulo Franquiz).
En ese mismo sitio fue recibido el General Antonio Guzmán Blanco en mayo de 1874, cuando puso en servicio la llamada “Carretera del Este”, la cual partía desde “Los Dos Caminos” hasta el pueblo de Guatire, (ese día llego a nuestro pueblo el primer coche tirado por caballos y un numeroso cortejo de carretas completaban el cortejo).
Igualmente también en ese sitio fue recibido el Gral. Juan Vicente Gómez cuando 42 años después, el 15 de mayo del 1916 fue puesto oficialmente en servicio dicha carretera para el tránsito de automotores. (En esa fecha el hacendado don Pio Bello en la casona de su hacienda l“La Concepción” hoy parque Tito Cardozo este le ofreció un protocolar almuerzo.
A partir de la primera semana de noviembre las calles y las fachadas de todo nuestro pueblo comenzaban a lucir nuevos rostros, y la hoy llamada calle Regulo Franquiz desde su nacimiento y a la margen derecha del río Guarenas, y su continuación a partir de cruce con calle Vargas hasta la llamada Quebradas de Las Animas hoy mejor conocida como subida del barrio Las Palmas. Hasta allí, llegaban las casas de nuestro pueblo. En todas y cada una de las ventanas que daban a la Calle Real hoy Comercio, lucían bellas guirnaldas de flores naturales o de papel y en la mayoría de los casos de lucía una estampa de la Virgen de Copacabana.
Todas estas cosas nos daban una imagen de unión y convergencia lo cual nos permitía enfrentar unidos las adversidades cotidianas. Hoy en día muy poco de eso nos queda ¡todos debemos aunar esfuerzos para revivir esas costumbres!.
Hasta hace unos 8 años se acostumbraban hacer llegar a la totalidad de nuestros comercios y talleres, un sobre donde a través de una tarjeta se solicitaba un aporte económico para dicha festividad, pero a partir de esa fecha la tristemente llamada “Junta pro Fiesta Patronales” eliminó dicha costumbre, la cual si bien es verdad no aportaba grandes recursos económicos, si permitía que nuestros habitantes se sintieran tomados en cuenta.
En lo referente a la actitud de nuestras autoridades estatales y locales, estas además del apoyo económico; siempre estaban presentes tanto en la “Calenda” como en la misa y también en la procesión desde hace 2 años hemos comenzado a mejorar al respecto.
Era realmente solemne el acompañamiento de la procesión de nuestra patrona con una Banda dirigida por el maestro Pedro Elías Gutiérrez y en compañía de su compadre Don Benito Canónico así como de la soprano Fedora Alemán y Elio Malfatti daban un esplendor inusitado a nuestras procesiones.
Se hace perentorio que no volvamos a presenciar el bochorno del año 2010, que nuestras festividades patronales, no contaron ni tan siquiera con un afiche de su programación (hecho este que no se había presentado por lómenos en los últimos 100 años), lo que constituyó una afrenta grave a nuestra idiosincrasia guarenera.
Durante el periodo del alcalde anterior la camarilla de estuvo al frente de la parte cultural hicieron una labor “de sepultureros culturales”. Gracias a las reservas morales de nuestra revolución hoy tenemos al frente de la dirección de cultura de Guarenas a todo un gerente cultural; quien tiene muy claro que “ La revolución o es cultural o no es revolución”- Quiero despedir estas líneas con un eslogan que use muchas veces cuando estuve al frente de mi cargo como Cronista Oficial de la Ciudad de Guarenas ( Hoy soy su Cronista Emérito).
Amemos y defendamos nuestro gentilicio con raíces aborígenes europeas y africanas, para así ser merecedores del “Gentilicio Guarenero”.
“Nuestros pueblos, jamás perdonan a aquellos gobernantes, que desprecian sus costumbres y tradiciones”.
Especial / Elio Rafaedl Bolívar