No se ve nada bueno el panorama que le espera al principal circuito del baloncesto en el país, con equipos sin entrenar, otros sin técnicos, y sin fecha para comenzar el torneo
Serios contratiempos atentan contra el normal desarrollo de la temporada de baloncesto profesional, cuyo inicio ha sido anunciado, extraoficialmente, para el 17 de diciembre.
Esa inseguridad sobre la fecha inaugural es emblemática de la situación. Varios equipos no estuvieron de acuerdo con ella, pronunciándose por comenzar en enero y los nubarrones que rodean las actividades amenazan convertirse en tormenta.
De una parte, hay equipos que no han comenzando la pretemporada y algunos, como Toros y Trotamundos, ni siquiera han realizado contratación de técnicos. Incluso, la divisa de Carabobo, uno de los pilares de la LPB por su tradición -capacidad competitiva organización- habló por intermedio de su presidente, Germán Blanco Romero, de la posibilidad de estar ausente en esta oportunidad.
Hay, por otra parte, exigencias hacia el gobierno del cumplimiento del aporte en divisas, fundamental para la contratación del personal extranjero y la adquisición de algunos insumos. Incluso, el hecho de que no haya decisión sobre el número de importados, da una idea de cuán mal andan las cosas. Y que el mismísimo equipo del presidente de la Liga, Panteras, no ha comenzado a trabajar.
Como consecuencia de ello, los comunicadores que cubren las actividades de la LPB andan ayunos de información, dada la poca transparencia en torno a cuál es la realidad de las cosas.
Armando Naranjo
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