Los jefes de Gobierno de España, Mariano Rajoy, y del Reino Unido, David Cameron, pidieron hoy unas «elecciones libres, transparentes y en paz» en Venezuela y llamaron a los demócratas a unirse a su petición de ante los comicios legislativos del domingo 6.
El expresidente del Gobierno español Felipe González, el expresidente de Chile Ricardo Lagos y el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland, firman también está tribuna que publican hoy varios diarios, entre ellos el español El País.
Los líderes exigen «la liberación inmediata de todos los detenidos arbitrariamente», entre ellos el dirigente opositor Leopoldo López, el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma y el alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos.
«Hacemos un llamamiento a Venzuela para asegurar una justicia independiente; y llamamos a la justicia venezolana a que libere inmediatamente a Leopoldo López y a todos los opositores políticos encarcelados», declaran los líderes internacionales.
Además, piden que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, como «garante de la Constitución», respete y aplique esa legislación, y denuncian que aquellos que han sido juzgados en el país «no han podido ejercer libremente su defensa».
Es especialmente preocupante, señalan los líderes, que varios candidatos hayan sido inhabilitados por las autoridades, que «además rechazan la presencia de los observadores internacionales independientes propuestos por la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea».
Los firmantes de la carta abierta defienden la independencia de la justicia, la libertad de opinión y expresión y el respeto del sufragio universal, ligados «indisociablemente a la cultura política occidental y, por tanto, de toda América Latina».
«La democracia no funciona cuando el ambiente electoral está dominado por la violencia, las amenazas y la intimidación a la oposición», proclaman.
En este sentido, piden dejar atrás la indiferencia ante las «legítimas reclamaciones» de la oposición democrática venezolana.
«Reclamar la libertad, la democracia y el respeto de los derechos humanos en Venezuela no es injerencia: es nuestra obligación como demócratas (…) Denunciemos lo arbitrario y defendamos la democracia y la libertad», concluyen. EFE