Funcionarios de salud han registrado un incremento en el número de casos de una enfermedad poco frecuente llamada popularmente fiebre de los conejos que había sido contenida hace décadas.
En las dos últimas décadas, funcionarios de salud vieron un promedio de sólo alrededor de 125 casos por año de la enfermedad conocida por los doctores como tularemia.
Pero este año se han registrado 235 casos, reportaron el jueves los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés). Se trata de la mayor cifra desde 1984.
Los funcionarios no están seguros respecto a la causa del incremento de casos, pero conjeturan que podría tratarse de condiciones climáticas que probablemente ayudan a que roedores —y la bacteria— prosperen en ciertos estados.
Al menos 100 de los casos de este año han ocurrido en cuatro estados: Colorado, Nebraska, South Dakota y Wyoming. Entre esos casos estuvo un anciano que falleció.
Garrapatas y moscas recogen la bacteria de conejos y otros mamíferos pequeños y luego la propagan cuando pican o muerden a una persona. La gente también se puede contagiar por manejo de animales muertos o por respirar la bacteria.
Los síntomas incluyen fiebre repentina, dolor de cabeza, muscular, de articulaciones, y debilidad. La enfermedad es tratable con antibióticos.
El gobierno aún está buscando casos porque preocupa a funcionarios el potencial de que la bacteria pudiera ser utilizada como arma bioterrorista.
Antes de 1940 había hasta 2.200 casos cada año.
AP