La Biblia dice en Romanos 1: 22-32: “Profesando ser sabios, se hicieron necios y cambiaron la gloria de Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Por lo cual Dios también los entregó a la inmundicia en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre si sus propios cuerpos ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que el Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas, pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombre con hombres y recibiendo en sí mismos, la retribución debida a su extravío.
Y como ellos no aprobaron tener una cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada para hacer cosas que no convienen, estando llenos de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad, envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades, murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes de los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia, quienes habiendo entendido el juicio de Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen sino que también se complacen con los que las practican”.
Pero Dios nos da esperanza en Jesucristo: “…el que viene a mí, no lo echo fuera”, 6-37 del evangelio de Juan.
El cristianismo no es una religión, es declarar que Jesucristo es nuestro Señor y Salvador.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios.
Lic. Beatriz Martínez (CNP 988)
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