El ataque comenzó apenas 24 horas después de que un atentado coordinado contra un puesto policial causase la muerte de dos insurgentes
El Gobierno afgano elevó este miércoles a 46 el número de muertos en un ataque talibán al aeropuerto internacional de Kandahar (sur) que comenzó la noche de este martes y continúa con enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, mientras los insurgentes han tomado a dos familias como rehenes.
De acuerdo con el portavoz del Cuerpo 205 del Ejército, Mohsen Sultani, un grupo de 14 insurgentes lanzó la noche del jueves el ataque desde una zona civil situado en las inmediaciones del complejo, que funciona como base principal de las tropas de Estados Unidos en el sur de Afganistán y acoge también el cuartel general de la Policía regional.
Sultani explicó a Efe que, si bien nueve de los talibanes han sido abatidos, el resto continúa ofreciendo resistencia desde sus posiciones en el área civil.
Fuentes gubernamentales y de seguridad habían informado inicialmente que los atacantes eran tres, pero más tarde se supo que había otros insurgentes ocultos en un mercado y en viviendas de la zona.
El portavoz de la misión de la OTAN en Afganistán Apoyo Decidido, el coronel Michael Lawhorn, indicó a Efe que las fuerzas de la Alianza han divisado lanzagranadas y armas de fuego cerca de la entrada sur del aeródromo.
El coronel estadounidense aseguró que los atacantes no accedieron al recinto en ningún momento, sino que tomaron posiciones en una escuela cercana, y descartó bajas entre las tropas internacionales.
Los talibanes se atribuyeron la autoría del ataque a través de un comunicado en su página web, en la que también difundieron imágenes y un vídeo de los atacantes.
El ataque comenzó apenas 24 horas después de que un atentado coordinado contra un puesto policial causase la muerte de dos insurgentes y heridas a dos policías también en la misma localidad.
Desde que finalizó su misión de combate el 31 de diciembre de 2014, la OTAN mantiene otra de asistencia con alrededor de 4.000 soldados, un contingente que triplicará en 2016.
Estados Unidos por su parte tiene 9.800 soldados en el país asiático, de los que cerca de la mitad permanecerán más allá del final del mandato de Barack Obama en enero de 2017.
Vía EFE