Este revés electoral tiene tres vertientes: la guerra económica de la oposición, la incapacidad y una corrupción que hizo rico a una gran cantidad de enchufados rojos rojitos en las narices de todos nosotros
El viejo cuento, bienvenida la crítica y la autocrítica, pero apenas uno dice algo, pareciera que comienzan los retortijones de barriga en algunos revolucionarios que, para colmo, no escatiman en recomendarnos o gritarnos que nos pongamos a las órdenes de Chúo Torrealba.
En la actualidad hay una campaña de chavistas –algunos de mucho peso- en los medios de comunicación y en las redes sociales, según la cual, las críticas y autocríticas tienen que ser constructivas y estoy de acuerdo, más bien en mi caso particular, añadiría que deben ser, además, educativas, formadoras, orientadoras; lo que no comparto es que intuyo que, a veces, quieren evitar que se produzcan.
Noto, de la misma forma, que ya mucho chavista de a pie se retracta o lo hacen retractar, por cuanto confunde la crítica y autocrítica constructiva con la crítica y autocrítica especializada, en todo caso, supeditada a doctores en economía, en derecho, filósofos, politólogos, periodistas, escritores, intelectuales, que obviamente es indispensable, hace falta. Eso es innegable.
Pero se debe explicar que la crítica pueblerina por el solo hecho de salir del seno de las comunidades a las que se debe la revolución, es tan importante y significativa como la de los expertos, así alguien en la calle no se exprese en los mejores términos, por ejemplo, la palabra «maldición» gritada por una señora enojada en una cola no es vulgaridad si se analiza en el contexto de la situación económica que nos agobia desde hace años, y no se ha podido superar… Ah que a muchos no les guste porque pretenden que se diga que todo está bien, eso es otra cosa.
Lo explico de forma un poco más amplia: una ama de casa que no tenga, o nada más tenga, la educación básica, puede preguntarle al Gobierno en tono de reclamo en una cola, por qué tiene que calarse esa aberración todos los días, aun sabiendo que la oposición es la causante de la guerra económica.
Y he allí una crítica valedera, respetable, la dama, incluso, puede ser chavista furibunda, ahora algunos se preguntarán ¿qué tiene de constructiva?, mucho, demasiado diría yo: Esa señora sabe que ese desabastecimiento, esa especulación, ese acaparamiento, es culpa de la oposición golpista que quiere derrocar al Gobierno revolucionario, pero igual sabe que Nicolás Maduro como presidente debe rodearse de la gente más idónea, para combatir y derrotar a los adversarios, y si no puede porque no se puede, o se equivocó, en su momento no eligió a los funcionarios mejor capacitados para enfrentar la situación, se cometieron errores, somos humanos; admítalo, sincérese con el pueblo que sabrá comprenderlo y seguir adelante.
Hay muchos chavistas que me han preguntado a propósito de mis artículos: ¿y dónde está la solución del problema que usted plantea, usted es puro bla, blá? Y en realidad no la sé, y tampoco tendría por qué saberla, no soy especialista de nada, si las supiera quizás formara parte del Gobierno, por eso voté por un Presidente que asumió ser Presidente, y respaldo a una revolución en marcha conformadas por hombres y mujeres supuestamente preparados, para afrontar y superar la circunstancia que se presente por muy adversa que sea. Como ocurría con El Gigante. Además, cada vez que piden apoyo al pueblo se les da.
Por eso creo que no solo se deben inducir las críticas exclusivamente a esos expertos que aturden con una terminología a veces muy complicada, mientras la gente vive en la terrible sencillez de ir a buscar un pollo para el almuerzo y no lo consigue; tampoco encuentra medicinas, quiere navegar en internet y el servicio esta lento, o se fue la luz y no hay agua.
De modo que me perdonan, pero en todo caso, yo no sé hacer críticas y autocríticas bonitas, que les guste a los camaradas sensibles muchos de los cuales se la dan de más chavistas que Chávez, sencillamente, porque las derrotas son feas …y bien feas… Así que no nos dejemos confundir. Que no calle el pueblo indignado.
Este revés electoral tiene tres vertientes: la guerra económica de la oposición, la incapacidad y una corrupción que hizo rico a una gran cantidad de enchufados rojos rojitos en las narices de todos nosotros. En lugar de molestarse por las críticas lo que deben es pedir que saquen a tanto bandido del Gobierno que ha desbaratado el legado de El Gigante.
Reconozco que hay ofensas duras de parte de chavistas molestos y no debe ser, no son necesarias, el respeto y la decencia deben ir siempre por delante, pero si uno lo ve bien es nada ante la afrenta de esa burguesía que se formó durante el proceso, e hizo de la revolución algo tanto o más corrupto que los gobiernos de AD y Copei juntos.
Alberto Morán
aporrea.org