Ramos Allup con el mazo de la integridad de la palabra en su ejecución, domina el escenario con un acento de razón como si fuera el cacique Luis Alfaro Ucero en sus mejores tiempos
Ya el año fue escogido por la MUD sin frotarse las manos de alegría para salir de Maduro sin empujarlo violentamente ni tirarlo en caída libre fuera de Miraflores. Y es que los cálculos estadísticos con buenas probabilidades de salida fácil del poder los hizo Ramos Allup, un peregrino solvente de las causas justas sin lagrimeo, quien tranquilamente lleva la batuta del sigilo pausado en que los meses del 2016 están en concordancia en su razón de astucia de «Maduro se va pronto», por no decir tiene los días contados.
Mes de enero que entra con buen augurio después de una fácil batalla ganada el 6D en el cual 112 diputados harán lo que les venga en ganas en la nueva AN como orden del día por encima de 55 del oficialismo que como recreación y aprendizaje no les cae nada mal defender lo que puedan hacer en contra de la bancada de oposición que seguirán durante los días de ese mes levantando las manos con una franqueza que no estorba las ganas del poder que tienen a expensas de un pueblo ingrato, al que el gobierno no ha dejado de regalarle con la facilidad que otros gobiernos no hicieron, como casas, carros, dólares, viajes, pensiones, comida barata y buena y, un conjunto de malas y dispersas
políticas como una guía de fluctuaciones en favor de la MUD, además de una abundante corrupción que se soltó sin apuro con muchos huyendo y escasos presos.
Entrará después el mes de febrero que, seguirá con su carnaval de disfraces políticos que en la MUD están al voltear de esquina
y, quizás algunas bien planificadas escaramuzas en las cuales los presos que no por políticos están presos, ya deberían estar brincando en una pata al saber que la ley de su causa fue o está por aprobarse y Leopoldo López tomará nuevamente las calles a celebrar con guarimbas de alegría, a tiempo que el alcalde Ledezma se peinará las canas de sus bríos de jugar a no más golpes a voz del imperio sin comparsa.
Y más atrás llegará marzo insoluble de menudencias con la gran atracción que impregna la paz de la Semana Mayor y que llenará a la MUD de mucho golpe de pecho a hilo con la Conferencia Episcopal Venezolana y Ramos Allup se estirará un poco cansado de tanto intervenir y manda a callar a Diosdado Cabello en la AN, no sin antes recordarle en cada sesión que ya él no es el presidente y, que muera callado sin el mazo que las leyes de la política interior nacieron en AD como un patrimonio de democracia adeca.
Sin mucha algarabía ni tropiezos se plantará el mes de abril con la dicha buena que dejó atrás la Semana Santa con los curas un poco calmados de tanto trajín político en las iglesias, después que el cardenal haya vomitado las siete palabras de la extrema unción nuestra, que nos portemos bien que los males del país pasaron a otras instancias mientras Maduro esté de pie.
Y, como si fuera poco no esperaremos a que llegue mayo, entristecido de tanto rumor incierto que la oposición hará correr para desenvainar un poco el tiempo que nos dan de vida en nuestra suerte política de chavistas perdedores.
Ramos Allup estará más tranquilo en la AN, porque ahora con el mazo de la integridad de la palabra en su ejecución, domina el escenario con un acento de razón como si fuera el cacique Luis Alfaro Ucero en sus mejores tiempos.
Pasado como era de esperarse el mes de mayo vendrá junio en el cual la suerte de Venezuela la tendrá la MUD entre sus manos con las cartas del ensayo bien precisas. No habrá que esperar mucho para saber lo que nos espera en lo adelante si todos ellos no aguantan las ganas de cantar truco con vale juego, como si ya se hubiera acabado todo lo planificado que, a decir de Ramos Allup, Maduro no aguanta más.
Y por fin llegará julio, el mes de la finalización de las clases escolares y con ello la penalización del tiempo estipulado, señalado y calculado palmo a palmo de conciencia política legal como constitucional de la gran componenda de se acabó Maduro y será Ramos Allup, el carcelero ejecutor de tirarnos el dardo de su explosión de hasta aquí llegaste presidente Maduro, se acabó tu tiempo como él mismo lo prometió hace algún tiempo atrás y, como tal Maduro no tiene para donde coger.
Y qué le queda, posiblemente darle las últimas casitas a los adecos que todavía esperan por ellas.
Esteban Rojas
aporrea.org