El Barcelona tiene doce partidos invicto ante el Espanyol, al que enfrentará este sábado en el inicio de la acción de la liga española en el nuevo año
Invicto desde hace doce partidos frente al Espanyol y ganador de los siete últimos, el FC Barcelona comienza el año con un derbi que no podría darle mayor consideración de favorito.
Con el regreso de Piqué, Alba e Iniesta al once después de descansar en el choque frente al Betis, el 2 de enero de 2016 no se asemeja en nada al 4 de enero de 2015, cuando el equipo azulgrana que terminó el curso en vencedor inició el año en crisis y colocó a Luis Enrique contra las cuerdas.
Las cuerdas del club, deportivamente hablando, las domina ahora el entrenador asturiano a la perfección. Se ha dado el lujo de exigir a la directiva de Bartomeu más incorporaciones a sumar a las de Arda Turan y Aleix Vidal y alrededor del club los nombres de Denis Suárez y Nolito ganan protagonismo a cada hora que pasa.
Pero ni los futuribles ni los fichajes de verano que se podrán inscribir el lunes estarán en el césped de Cornellà, donde el nuevo Espanyol de Constantin Galca pretende acabar con una racha negativa que dura desde febrero de 2009, cuando ganó en el Camp Nou, o, más aún, desde el 13 de enero de 2007, la última vez que los blanquiazules vencieron como locales al máximo rival.
Claro que eso fue en Montjuïc, porque desde que el Espanyol juega en Cornellà ha cosechado cuatro derrotas y dos empates frente a un Barça que parece a cada día que pasa más inabordable.
«No temo que el Barcelona nos pase por encima», aclaró el entrenador periquito en su primera comparecencia de prensa del año, advirtiendo que tanto él como sus jugadores «estamos comprometidos y confiados en hacer un buen partido» y adelantando que el Espanyol que se verá en el derbi será un equipo «atrevido. La idea es ir a buscar el partido; proponer y jugar con la misma idea siempre».
Esa es la idea del Espanyol, explicada por un entrenador que llegó de improviso, hace menos de un mes para levantar el ánimo decaído en un club con ansia de cambiar la historia en el futuro inmediato.
Con la llegada de Chen Yansheng, dueño del grupo empresarial Rastar Group, el Espanyol pretende dar un paso al frente y abandonar la invisibilidad tanto en Barcelona como en la Liga española.
Para ello no se descarta que el empresario chino, además de inyectar dinero para limpiar una deuda calculada por encima de los 130 millones de euros refuerce la plantilla. En verano se da por supuesto, pero ahora, en enero, no sería descabellado pensar en alguna incorporación que mejorase la calidad del vestuario blanquiazul.
Para el Barcelona el derbi será el primer partido de un maratón en enero que podría sumar hasta ocho encuentros si supera al mismo Espanyol en la eliminatoria de Copa que comenzarán a disputar el día 6.
«La Liga no se gana por Navidad pero sí puede perderse», es una cita tan cierta como, en ocasiones, discutible por cuanto en los últimos tiempos los errores parecen repartirse entre los grandes. Así aprovechó el Barça el bajón del Madrid de Ancelotti el año pasado y así espera no caer en esos errores Luis Enrique este curso.
De esta manera, sin esperar mucho del Levante en su visita al Atlético de Madrid, el barcelonismo sí estará pendiente de Mestalla en el duelo que cierre la jornada el domingo. Todo ello, claro, dando por hecho que consiga mantener su racha en Cornellà y sume su octavo derbi triunfal.
Jordi Blanco
espndeportes.com