Con el pasar los días del Nuevo Año, se pone fin a la temporada decembrina, ya que los viajeros, después de disfrutar esta atípica temporada vacacional, regresan a sus ocupaciones normales.
La temporada, no ha sido la mejor para los destinos turísticos como Margarita, Mérida, Falcón y Anzoátegui, aunque los entes oficiales de turismo de esas entidades, hagan alardes numéricos de visitantes.
La movilización de viajeros, hacia Margarita, por la vía marítima, y por vía aérea este año, no representó problema alguno, ya que el número de pasajeros, estuvo acorde con el número de unidades que prestaron los servicios.
La ocupación hotelera en ese destino Chévere, alcanzó a un 64%, unos cuantos puntos por debajo de la año 2014.
Los comerciantes del Puerto Libre, a pesar de los esfuerzos hechos por garantizar mercancía, esta por sus altos costos, alejó a muchos compradores; así mismo sucedió en el Puerto Libre de Paraguaná, en el estado Falcón.
El otro gran drama, de la temporada fue la especulación y la colas para bastecerse los visitantes de los productos de la cesta diaria, pero a pesar de esos detalles, las playas de Margarita, de Anzoátegui y de Falcón estuvieron plenas de bañistas, eso sí sin grandes espectáculos, por aquello de los costos y la baja entrada de impuestos de las alcaldías, pero a pesar de todo, la gente estaba, contenta, con esperanza y con fe en el futuro de Venezuela, por lo acontecido en las elecciones del 6D.
Las vacaciones de diciembre, han finalizado y ahora se inicia el proceso del cambio en la política nacional, que debe ser en paz y basado en lo que establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para que de esa manera el país progrese y se desarrolle que es lo que aspiramos todos y cada uno de las venezolanos.