Hoy mi columna semanal está llena de reconocimientos. Les ruego excusen mis lectores lo que puedan considerar tedioso en ella, pero si algo me enseñaron mis padres en la vida es que cuando alguien hace algo por ti, por tu familia o por tu país, no puedes menos que mostrarle pública y oportunamente tu agradecimiento. La gratitud, entonces, es una virtud cardinal para mí, así que espero con este breve homenaje público rendir honores a quien honores merece.
Al momento en el que salga publicada esta entrega, ya se deben haber entregado a la Comisión de Derechos Humanos de la nueva Asamblea Nacional los anteproyectos de Decreto o de Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional.
Estos son el producto final del trabajo coordinado durante el mes de enero de 2016 por el Comité Unificado de Redacción y Promoción del Anteproyecto de Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional integrado por quien suscribe, Héctor Fuentes Curras, Theresly Malavé y Magaly Vásquez, bajo la supervisión y dirección de los Diputados Freddy Guevara y Adriana Pichardo.
Como colaboradores directos del Comité antes mencionado para la redacción de la propuesta definitiva, participaron también Alfredo Romero Mendoza, Alonso Medina Roa, Jesús María Casal, Carlos Daniel Moreno, Juan Carlos Gutiérrez, Walter Márquez, José Ignacio Hernández, Juan Luis González, Iván Harting, Omar Mora Tosta, Joel García, Lilia Camejo y Jackeline Sandoval.
Estas propuestas se basan fundamentalmente en tres proyectos de Amnistía: el preparado por el Foro Penal Venezolano bajo la coordinación de Alfredo Romero Mendoza, Luis Armando Betancourt y Gonzalo Himiob Santomé; el preparado por el profesor Jesús María Casal; y el que fue elaborado por el equipo jurídico especializado de Voluntad Popular, bajo la coordinación de Theresly Malavé y de Héctor Fuentes Curras. Sirvieron además de apoyo, y fueron analizados para ser sumados como valiosos aportes a la propuesta final, los anteproyectos elaborados por la diputada Delsa Solórzano, con el apoyo de la profesora Magaly Vásquez, y por el profesor Iván Harting.
A los efectos de la consideración de los hechos o sucesos que deberían ser abarcados por la amnistía, se tomó en cuenta muy especialmente el trabajo del Comité Unificado de Familiares, Allegados y Representantes de los Presos y perseguidos Políticos, integrado por Robiro Terán, Larilem Rodríguez, Jackeline Sandoval, Raúl López, Nohelia Álvarez y Lewis Arvelo.
Estos anteproyectos fueron objeto, durante meses, de la más amplia consulta a nivel nacional e internacional. Fueron muchos los académicos y catedráticos que contribuyeron, con sus aportes y observaciones, a que estos textos llegaran a ser lo que son al día de hoy. Entre ellos destacan: Alberto Arteaga Sánchez, Román Duque Corredor, Allan Brewer Carías, Asdrúbal Aguiar, Antonio Márquez Morales, conjuntamente con la Academia de Ciencias Jurídicas del Estado Zulia, Franklin Hoet Linares, Jesús Ollarves Irazábal, Gustavo Manzo, Sergio Brown Cellino, Laura Louza, Tamara Sujú, Luis Armando Betancourt, José Armando Sosa, Fernando Ovalles, María Fernanda Torres Almeida, Juan Carlos Herrera Expósito, Katuiska Isabel González, Verónica Moutinho Pepe, Miguel Armando Alcántara, Jenny Josefina Gutiérrez, Mayela Fonseca Chiquito, Lola Aniyar de Castro (lamentablemente fallecida en enero de 2016), Genis Arbey Navarro Serna, Pedro Arévalo, Jeannette Prieto, Laura Valbuena, Melanio Escobar, Jesús Peñalver, Alonso Hernández-Pinzón (España), Enrique Sánchez Falcón, Milagros Betancourt, Víctor Rodríguez Cedeño, José Luis Tamayo, Andrea Santacruz Salazar, Jorge Rossell, Antonio Canova, Federica D’Alessandra (Harvard University), Cecilia Sosa, Blanca Rosa Mármol de León, Pedro Nikken, Elenis Rodríguez, Daniel Blundo, Luis Cabrera Dekash, Carlos Aponte, Alfredo Weil, Desiree Barboza, Juan Carlos Rodríguez, Rigoberto Quintero, Claudia Mujica, Anton Bostancic, María Josefina Ferrer, Francisco Castillo, Rubén Pérez Silva, Yván Figueroa, Ricardo Colmenares, Francisco Paz, Héctor Cardoze, Ángel Jurado, Marcos Carrillo, Gustavo Urdaneta, Armando Rodríguez, Carlos Correa y Nizar El Fakih.
Mención especial, por su incansable trabajo y sus importantes aportes y observaciones en cuanto a la técnica legislativa y a las definiciones contenidas en estos anteproyectos, merecen los juristas Fernando M. Fernández y Thays Peñalver, quienes arduamente se ocuparon de analizar las propuestas ya adelantadas en un estudio realizado por Alfredo Romero Mendoza en Harvard sobre las definiciones, novedosas a nivel mundial, de lo que debe ser tenido como un preso o un perseguido político.
También fueron consultadas las más importantes Organizaciones No Gubernamentales venezolanas, entre ellas: Provea, Foro Penal Venezolano, Espacio Público, Proiuris, Observatorio Venezolano de La Justicia, Fundepro, Fundeci, el Colegio de Abogados del estado Nueva Esparta, Un Mundo Sin Mordaza, el Centro de Derechos Humanos de L¡la Universidad Metropolitana, la Academia de Ciencias Jurídicas del Estado Zulia, Justicia y Proceso Venezuela, el Centro Popular de Formación Ciudadana y Justicia Venezolana.
Por si esto fuera poco, durante la redacción de los borradores iniciales, y hasta el momento de la presentación del texto definitivo, tanto el Foro Penal Venezolano como el equipo jurídico especializado de Voluntad Popular realizaron un proceso de consulta popular a través de sus páginas web, de sus correos electrónicos y de las redes sociales, en el que se recibieron los aportes de miles de ciudadanos que fueron todos considerados con la colaboración de Mariela Suárez Ortiz y Nadin Yamaui.
Pido excusas si he dejado de mencionar a alguien sin querer. Esta amplia enumeración de quienes colaboraron con la redacción de los textos finales, así como la indicación de sus orígenes y de los documentos que les sirvieron de base directa o referencial es no solo imperativa, por gratitud y respeto, sino además necesaria. Es ejemplo de que el trabajo en equipo, más allá de cualquier egoísmo o de las sanas diferencias que puedan existir entre diferentes posturas y opiniones, rinde provechosos frutos y revela de manera positiva las mejores características de nuestro más esencial gentilicio. Es muestra clara de que la unidad superior, basada en valores, principios, conocimiento y buena fe, sin sesgos ni discriminaciones, es el camino a seguir. Es la prueba de que estar en desacuerdo no implica ni es sinónimo de enemistad ni de odio. Es, como se propone en el título de los anteproyectos, uno de los primeros y más importantes pasos hacia ese anhelo común que es, definitivamente, la Reconciliación Nacional.
Ya pusimos nuestro primer grano de arena. Desde el Foro Penal Venezolano y desde el Comité Unificado de Redacción y Promoción del Anteproyecto de Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, vaya para todas las personas, organizaciones e instituciones antes mencionadas, nuestro más sentido agradecimiento.
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