Entre este viernes y la mañana del domingo fueron ingresados 37 cadáveres a la morgue de Bello Monte.
Rubén Flores Granados, de 43 años, músico y taxista, fue ultimado en la calle Lebrún de Petare, detrás del Hotel Mediterraneo, por una pareja de clientes que solicitaron sus servicios a su salida de una discoteca ubicada en Los Cortijos.
Flores era músico profesional y guitarrista de una agrupación de nombre Karey. En sus tiempos libres salía con su carro Renault Megane rojo para buscar clientes como taxista.
El viernes por la noche estaba a las afueras del local nocturno donde solía pararse a esperar pasajeros en Los Cortijos. De allí salieron los supuestos clientes que lo llevaron al sitio donde fue asesinado a eso de las 11:00 de la noche.
Recibió tres disparos y golpes en la cabeza. No le quitaron el carro pero lo despojaron del dinero que había hecho con las carreras del día. El cuerpo quedó dentro del vehículo.
Esa noche hablo por teléfono con su esposa y le dijo que haría la última carrera antes de ir a casa. No volvieron a saber de su paradero hasta que los llamó la policía. Al músico lo encontró una comisión policial que hacía patrullaje en la zona y participó el hecho al Cicpc.
Su hermano, Adelfo Granados, dijo contó que el taxista lo robado en otras dos oportunidades. En una ocasión le quitaron el carro pero lo recuperó.
Entre este viernes y la mañana del domingo fueron ingresados 37 cadáveres a la morgue de Bello Monte. En una ferretería ubicada en el kilómetro 13 de El Junquito, fue asesinado Armando Fernández, de 50 años de edad.
Según versión policial al local llegaron unos 20 delincuentes para robar el pasado 4 de diciembre y lo hirieron de tres disparos. Fue llevado hasta el hospital Miguel Pérez Carreño donde lo operaron tres veces y falleció.
AA