Un potente bombardero B-52 estadounidense voló a baja altura el domingo sobre Corea del Sur, en una clara exhibición de fuerza de Washington en momentos en que se profundiza una crisis al más puro estilo de la Guerra Fría entre su aliado Seúl y Corea del Norte, después de la cuarta prueba nuclear de Pyongyang.
El enorme avión militar fue visto por un fotógrafo de The Associated Press en la base aérea de Osan, cerca de Seúl. Se daba por descontado que Corea del Norte interpretará como una amenaza el sobrevuelo del bombardero, capaz de transportar armas nucleares.