La Divina Pastora, mostró nuevamente en su procesión 160, el amor, el respecto, la devoción y la admiración que los files les profesan a la Madre de Jesús y Madre nuestra. Cada año la Virgen María, bajo la advocación de la Divina Pastora, mueve más cantidad de fieles, que acuden a brindarle tributo por los favores personales recibidos y ella en su bondad de Madre, nos llama a este año sus devotos venezolanos a la Paz y la Misericordia.
Esta devoción nace, cuando el Padre Macario Yépez, en el año 1856, le hace a la Divina Pastora, la petición de cese en la población de la ciudad de Barquisimeto, la epidemia, que tantas muertes estaba ocasionando y que fuera él la última persona que muriera por tal mal, y que en gratitud del milagro cada año, la Imagen de la Virgen recorrerá en procesión desde su Santuario en la población de Santa Rosa, en precesión visitará a Barquisimeto, la Santísima Virgen oyó el rugo del Padre Yépez, la epidemia cesó y el padre Yépez, murió, siendo la última persona que falleció a consecuencia de esa terrible enfermad, desde entonces cada 14 de enero, el pueblo barquisimetano, recibe con los más grandes honores y emoción y gratitud a la Divina Pastora.
La devoción a la Virgen de la Divina Pastora, se ha extendido en todo el territorio nacional y ha traspasado las fronteras, por ese motivo cada año el 14 de enero, millones de personas en penitente procesión se congregaran en Barquisimeto para rendirle tributo a la Madre de Dios por los favores concedidos y recibe el clamor de sus devotos sus suplicas y ella con el inmenso amor que les profesa a sus hijos las escuchas, para darles las debidas soluciones. La procesión de la Divina Pastora, es la manifestación más trascendente e importante del turismo religioso venezolano, que cada año crece más por los innumerables favores que sobre los pobladores de la nación derrama.
La procesión de la Divina Pastora, es la muestra más palpable de la Venezuela, que queremos, que anhelamos y que deseamos, ya que en ella no se evidencian las divisiones partidistas, de raza, de clases sociales, sino que se predica con la presencia el amor, la paz, la concordia, la unidad y el buen servir, por lo tanto a Divina Pastora, aprovechamos nuevamente esta su 160 visita a Barquisimeto, para rogarle en este año de tantas incertidumbres y tensiones políticas, que nos dé dones y luces, paciencia y prudencia para vivir en armonía, unión y paz y que el odio, el reconcomio, el revanchismo, la prepotencia, se minimice. Te lo pedimos Divina Madre de la Pastora.