Es natural entonces que la derecha venezolana recupere su naturaleza de no importarle realmente la violencia y que no le duela un asesinato
Evaristo Marcano Marín
aporrea.org
Es natural que la derecha venezolana no tenga remordimiento por la muerte de venezolanos y venezolanas por razones políticas. ¿Cuántos muertos políticos no cargan AD y Copei sobre sus hombros? ¿Cuánta desapariciones se dieron sin una explicación?
Durante ese período de una Venezuela «apasionante», según la versión del tigre, existía en forma implícita una ley de amnistía en Venezuela. Disip y digepol que matara por tortura a un venezolano, tenía inmediatamente libertad absoluta. No hubo un preso durante ese período, por un asesinato bajo la tortura o por las tantas desapariciones.
Es natural entonces que la derecha venezolana recupere su naturaleza de no importarle realmente la violencia y que no le duela un asesinato. La vida de otros y otras no le importa para nada.
En el marco de este cuadro, intento entonces correr el riesgo de perder muchos amigas y amigos de la vida e irme con un aporte para que la derecha produzca una ley de amnistía, bajo su naturaleza y su estilo hisórico de matar. Trato de meterme es sus mentes de «ángeles» y entender sus intenciones. Siento mucho que con esta propuesta me vean brincando la talanquera. No es así. Mi propósito es reconocer su naturaleza.
Propongo entonces que esta ley que Ramos Allup y la MUD han priorizado, tenga una exposición de motivos muy breve y con no más de tres artículos. Una exposición de motivos que puede ser una versión combinada de la célebre canción de José Alfredo Jiménez y que Pedro Infante inmortalizara en una película con el mismo nombre de la canción y la letra de la canción de Pablo Milanés que casualmente tiene el mismo nombre: «La cida no vale nada».
Esa exposición de motivos debería limitarse a unas pocas líneas con versos de esas dos canciones. No más de seis líneas.
Ramos Allup y MUD, propongo que esta exposición de motivos comience con el primer verso de la canción mexicana y termine con unos versos de la canción de Pablo Milanés que tiene por título la Vida no vale nada.
Así quedaría la exposición de motivos:
No vale nada la vida/ la vida no vale nada/La vida no vale nada/Cuando otros se están matando (o han matado) y yo sigo aquí cantando (legislando)/cual si (la vida de 50 personas no valiera nada y) no pasara nada». Así arreglaría esta exposición de motivos. Breve y precisa. Va al foco de la naturaleza de la MUD y de la demostración que ofrecieron con las guarimbas y particularmente, con las guarimbas en el plan de la salida.
Propongo tres artículos para tu ley Ramos Allup:
Artículo 1: Todo venezolano o venezolana que haya matado de una persona hasta 49 personas, por cualquier motivo, tiene derecho a gozar de plena libertad. Los autores intelectuales gozarán de plena y absoluta. Si la muerte es por el uso premeditado de una guaya y la víctima es descuartizada; la sociedad toda le reconocerá este valor tan poéticamente humano.
Parágrafo único: si el matón lo hace descargando su arrechera política será reconocido como héroe nacional y en los contenidos programáticos de educación básica, se ofrecerán descripciones de los rostros de estas personas para que la violencia sea uno de nuestros mejores valores.
Este artículo le permitirá a la MUD sincerarse y no usar el doble discurso de no estar y estar de acuerdo con la violencia.
Artículo 2: Toda persona o dirigente político que no sepa perder una elección, puede hacer uso del derecho de descargar su arrechera. La sociedad tendrá que reconocerle su derecho.
Parágrafo Único: si hay una muerte de un dirigente de la revolución, como la de Robert Serra, toda la MUD y sus seguidores tienen el derecho de gozarse esa muerte a través de las redes sociales. Los chavistas no tendrán razones para arrecharse.
Artículo 3: colóquese en el salón de sesiones de la Asamblea Nacional, la foto (en una gran formato) de Leopoldo López. Esa foto deberá ser, esa en la cual esta especie de hijo putativo de Pinochet, aparece con una máscara antigás y se le observa entre el humo de una guarimba. La foto en cuestión deberá ser precisamente esta, cuyo enlace se coloca como referencia de pie de página.