El reto exige constancia, disciplina y paciencia, dado que estamos conscientes que la transformación que demanda el modelo económico no es viable materializarlo de la noche a la mañana
La confianza en nuestras capacidades creativas y productivas es un acelerador del desarrollo de las alternativas que tiene nuestro país para enfrentar -con éxito- la abrupta caída de los ingresos provenientes del petróleo y que se refleja en una menor disponibilidad de recursos (en dólares) para financiar importaciones de bienes y servicios.
Un recorrido por los polos industriales de Guayana y Anzoátegui dan cuenta de las potencialidades de la pequeña y mediana industria y de las empresas básicas de la CVG para incrementar sustancialmente la producción de materias primas y productos semi-elaborados que satisfagan el mercado interno y que sirvan para exportar a fin de traer dólares al país, distintos a los que vienen de la venta del petróleo.
Venezuela cuenta para este cometido con el apoyo y respaldo del presidente obrero, Nicolás Maduro y con cada uno de los trabajadores y trabajadoras que forman parte de las industrias asentadas en estos dos importantes estados de Venezuela, que hasta la fecha de redacción de este artículo habíamos recorrido. El plan es ir a todas las regiones para dar cumplimiento a una de las primeras directrices emanadas del Gobierno Bolivariano de trabajar con el poder popular.
El compromiso con el relanzamiento productivo es colectivo. El reto exige constancia, disciplina y paciencia, dado que estamos conscientes que la transformación que demanda el modelo económico no es viable materializarlo de la noche a la mañana. El desafío es convertir a Venezuela en un país potencia.
La situación que atraviesa el país es una gran oportunidad para construir la economía productiva y emprendedora. Estos encuentros son una clara señal política de que el Presidente Nicolás Maduro quiere trabajar con la pequeña y mediana industria. Por eso necesitamos los empresarios patriotas que trabajen de la mano con el Gobierno. Tenemos que reconocernos como país y creer que podemos lograr grandes cosas. Estamos llamados a trabajar unidos.
Por el lado del Gobierno Bolivariano existe el compromiso de lograr una política de precios justos que garantice el suministro adecuado y a tiempo; sincerar precios y fortalecer salarios para incentivar la producción nacional y realizar un seguimiento constante y minucioso de todas las fuerzas productivas. Se va a decretar emergencia económica para buscar mayor alcance de las políticas.
Adicional a esto, tal y como lo manifestó el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Jesús Farías, se va a promover inversión foránea en áreas que no sean petroleras a fin de apoyar a la diversificación productiva para lograr el gran cambio estructural, sobre la base de un potencial productivo, aprovechando el Mercado Común del Sur (Mercosur) para que la actividad exportadora se facilite.
A la fecha de la publicación de este artículo, ya el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro habrá anunciados los cambios que impone esta dificilísima situación por los niveles de desabastecimiento y la caída de las reservas internacionales, hay que entender que los precios del petróleo se han desplomado, han perdido 70% y esta es la médula de nuestra economía.
Miguel Pérez Abad