Juan Pablo Olalquiaga, presidente de la Confederacion Venezolana de Industriales –Conindustria-, consideró este miércoles que el Decreto de Emergencia Económica anularía las facultades de la Asamblea Nacional –AN- delegando decisiones en quienes anteriormente causaron la distorsión económica causante de la crisis.
“Si hasta ahora se han tomado las medidas equivocadas que han disminuido volumen de producción y la capacidad de satisfacer con productos terminados a los consumidores pues malamente se le puede a ciegas volver endosar facultades para seguir legislando sin pasar previamente por un análisis de esas medidas”.
En el espacio A Tiempo de Unión Radio, Olalquiaga precisó que el ejecutivo debería cambiar el rumbo en materia cambiaria y de controles y regulaciones de precios pues no son facultades que pueda asumir la AN para reimpulsar el aparato productivo nacional.
El representante de la cúpula industrial consideró que la instalación del Consejo Nacional de Economía es positiva si se avoca a dar respuestas adecuadas a la crisis económica haciendo participe a todos los sectores productivos del país.
“Hay una gran cantidad de personas con profundos niveles de experticia que han dado recomendaciones para corregir la economía venezolana, pero en la medida que no se acojan nada se saca con tener instituciones asesoras”.
Para Olalquiaga, en este asunto “la palabra confianza es clave y nace de tomar acciones sensatas y predecibles”. “En la medida que seas desbordado por las emergencias y tomas decisiones alocadas no confío en ti. Las decisiones que ha venido tomando el ejecutivo responden a análisis incorrectos de las causas de los problemas y con las medidas equivocadas esa confianza no se puede construir”.
Expuso que «los argumentos expuestos en el decreto están equivocados porque la crisis venezolana no es extraordinaria porque llevamos muchos años, no es coyuntural es estructural porque no se debe a que los precios del petróleo hayan bajado sino porque no tenemos producción interna suficiente para suplir los productos que requieren los consumidores”.
“Si los conceptos están equivocados las soluciones también lo estarán”, concluyó.