El homicidio del sereno de 53 años ocurrió en la escuela ubicada en La Silsa. Presumen reconoció a sujetos que entraron a robar
Jóvito Mejías, de 53 años, fue asesinado a golpes y degollado en el colegio Fe y Alegría, en La Silsa, donde tenía más de 15 años trabajando como vigilante. El personal del colegio lo encontró este domingo en la noche y presumen que los responsables tenían la intención de hurtar equipos de iluminación, además de extintores.
Mejías estaba cumpliendo reposo debido a que había presentado los síntomas del virus del Zika. El sábado se ausentó del colegio, pero decidió reincorporarse el domingo. Vivía en Cúa, estado Miranda y junto a otro vigilantes, se ocupaba del cuidar las instalaciones.
Esa noche fue hallado sin vida en unas escaleras que conducen al piso 1 del colegio que se encuentra frente al bloque 1 de La Silsa. Tenía golpes en todo el cuerpo, lo que hace presumir que antes de ser degollado recibió una brutal golpiza.
Junto al cuerpo encontraron algunos bombillos o extintores del colegio, según contó Eveling Mejias, sobrina de Mejias. La mujer dijo que existe la sospecha de que la víctima haya reconocido a los ladrones y por eso le quitaron la vida.
“Todos los días le pedía a Dios no pasar por esta situación de perder a un familiar a manos del hampa y la violencia. Hoy me tocó”, comentó.