En la redoma de Propatria, al oeste de Caracas, fue ultimado a golpes Cristian José Jiménez, de 25 años de edad, trabajador de una dulceria en Catia.
Varios hombres lo rodearon, le dieron una golpiza y luego le pasaron una moto por encima.
Su padre, José Jiménez cree que se trató de un crimen pasional, porque su hijo era “muy mujeriego” y con su corta edad ya tenía siete hijos de madres distintas.
El crimen ocurrió a las 3:00 de la tarde del lunes, cuando Cristian fue a ese sector para que una de sus parejas, de nombre Ana, le entregara la ropa que le había lavado. Cuando ella subió a la casa en busca del bolso con la ropa y lo dejo solo afuera, fue emboscado.
Los autores del hecho le robaron el celular y la cartera. Al joven lo llevaron al Periférico de Catia, de donde tuvieron que sacarlo para hacerle una tomografía que reveló que tenía muerte cerebral. Más tarde, falleció.
La misma mujer se comunicó luego con su familia para decirle que le habían entregado las pertenencias robadas al joven. Ahora ellos quieren saber quien se las dio y si acaso ella no es cómplice en el asesinato.
AA