Por fin el pueblo, que tanto ha sido engañado, maltratado, vilipendiado y hasta insultado, ha tomado plena conciencia de cómo hay que enfrentar a este régimen de corte fascista
El llegar a estar conscientes de algo que nos sucede o ha sucedido, puede llevar años en algunas personas. Quedó demostrado el 6D que aquel venezolano que aún no era consciente de cuál era el origen de sus angustias cotidianas a lo largo de estos años de Socialismo del Siglo XXI, o para ser más claro Fascismo del Siglo XXI, llegó a la total conciencia de quiénes son los verdaderos responsables, de quiénes realmente han conducido el país al colapso y al desprestigio de nuestra Venezuela como nación; aquellos que se han ufanado en llamarse “patriotas” durante los últimos 17 años.
Por otro lado, he podido percibir con mucha satisfacción que por fin ese pueblo que tanto ha sido engañado, maltratado, vilipendiado y hasta insultado, ha tomado plena conciencia de cómo hay que enfrentar a este régimen de corte fascista que nunca tuvo otra aspiración desde sus asomos golpistas que la pura aspiración de poder para el beneficio de un ególatra y una camarilla militar.
Cuando Ramos Allup, en la instalación de la AN el 5D con un marcado estilo a lo Betancourt, es decir con mucha determinación, coraje, lenguaje llano, y sobre todo sentido histórico, puso en su justo sitio a una bancada oficialista que pataleaba con desesperación el no poder atropellar como solían hacer, casi se podía escuchar un grito en las ciudades, pueblos y caseríos de toda Venezuela de “por fin alguien les habla a estos mafiosos revolucionarios como debe ser”.
Cuando Ramos manda a desmontar de la Asamblea los cuadros del Bolívar computarizado, del ególatra supremo, así como del próximo exiliado de este país, es decir Maduro, hubo en las primeras de cambio un venezolano que no estuvo de acuerdo y hasta ciertos columnistas de diarios reconocidos que lo criticaron por tamaño exabrupto! Se dijo que debía prevalecer la cordialidad y un espíritu de conciliación, que debía respetarse la figura el ególatra supremo, etc.
Pues, resulta que Ramos, consciente de que no podemos perder más tiempo, atacó el virus de nuestros males en toda la raíz y no en sus ramas, como se ha pretendido. Ramos ha dejado bien claro quién es el verdadero responsable de que los venezolanos hoy estemos angustiados por cosas tan básicas como poder comer bien, poder contar con medicinas, hasta poder bañarse, contar con luz, etc, etc.
Ese despertar lo he podido constatar en todos los niveles de nuestra sociedad y no es más que la conciencia de saber no sólo cómo hay que tratar a quienes no merecen recibir flores sino también plena conciencia de que debemos darle un giro al timón que nos empiece a llevar el barco puerto seguro.
Los errores en política se pagan muy caros y eso ha sido así toda la vida. Cuando luego de la caída del penúltimo régimen dictatorial el 23 de enero del 58, se firma el Pacto de Punto Fijo, el mismo se firma bajo muchas lecciones aprendidas de las razones por las cuales nuestros primeros pasos democráticos fueron interrumpidos a la caída de don Rómulo Gallegos. Hoy en pleno siglo XXI, tanto la MUD como el pueblo debemos tomar consciencia no sólo de cuáles son las lecciones aprendidas de estos últimos 17 años de este régimen fascistoide, sino también, y más importante aún, tener plena consciencia de cuáles fueron las causas para que la mayoría de ese 30 % del electorado en el 98 votase por un ególatra que se vendió como salvador de la patria y por qué el 70% ni siquiera se motivó a votar.
En este sentido cuando veo el consenso de los 112 diputados apartando sus colores de partido, un Ramos que todos saben que es el adeco mayor, pero que no nombra su AD, sino que exalta el liderazgo de un Chúo como líder de la MUD y a sus lineamientos se apega, no me queda la menor duda que estamos ante el despertar de una necesaria conciencia democrática que nos debe deparar en más de 40 años de plena democracia.
Salomón Benshimol
Sbenshimol@yahoo.com