El destacado intelectual y dirigente político, estuvo acompañado en su discurso en el cine Santa Rosa, invitado por la Acción Juvenil Guatireña, institución fundada en 1944, por César Rondón Lovera, Jesús Rojas Velásquez, Rosa García de Romero, Miguel Romero, César Gil Gómez, Isabel de Hermoso y Baudilio Rodríguez
…en el marco de las preocupaciones de los que apoyaban Acción Juvenil Guatireña, se organizó una biblioteca, una escuela nocturna, un centro de alfabetización y un equipo de beisbol juvenil, bautizado con el nombre de “El Centrales” BBC…
Cumaná, histórica ciudad fundada el año de 1515, bañada por las aguas del río Manzanares, situada a la entrada del golfo de Cariaco y frente a la península de Araya, ya con quinientos años de existencia, cuna de brillantes venezolanos, entre ellos Antonio José de Sucre, Ramos Sucre, Andrés Eloy Blanco, para solo nombrar tres, quienes, al lado de otras espigadas figuras de las ciencias, las artes, la política, le han dado brillo al país y lo han proyectado más allá de sus fronteras, como lo hizo con su obra el poeta Andrés Eloy Blanco.
De Andrés Eloy Blanco se sabe que nació en esa urbe oriental, el 6 de agosto de 1896 y muere en México, el 21 de mayo de 1955, destacándose como poeta, humorista, político, escritor, jurista, ensayista y diplomático. Desde muy joven comienza a perfilarse en el mundo literario.
Su ascenso como poeta se inicia al ser galardonado en los Juegos Florales de Ciudad Bolívar con el poema “La espiga y el arado”. A partir de 1921 circula su primer libro “Tierras que me oyeron” y dos años más tarde, la Real Academia Española de la Lengua premia su creación “Canto a España”, trabajo que lo hace conocer internacionalmente. A pesar de este reconocimiento, la dictadura de Juan Vicente Gómez lo hace preso y lo envía a los tétricos calabozos de la cárcel de La Rotunda y del Castillo de Puerto Cabello.
Es importante señalar que, encontrándose Andrés Eloy privado de libertad en las mazmorras antes nombradas, siguió escribiendo, utilizando para ello cualquier tipo de papel. Sobre este trágico momento en la vida del poeta, sus biógrafos señalan lo siguiente: “sus originales escritos en cualquier clase de papel los ponían en limpio sus hermanas, después del tránsito clandestino por entre la guardia de la cárcel. En ese tránsito difícil se perdió el libro “Pueblo color de boina”.
En su brillante carrera como intelectual, Andrés Eloy Blanco nos dejó obras de las dimensiones de “Barco de piedra”, “Malvina recobrada”, “Abigail”, “Baedeker 200”, “Poda”, entre muchas otras. Participa en la fundación, al lado de su amigo Miguel Otero Silva, del semanario “El Morrocoy Azul” y, para hacer posible la instauración de la democracia y las libertades, contribuye en hacer realidad la creación de las organizaciones políticas Partido Democrático Nacional y Acción Democrática.
Entre los años de 1946 y 1947 preside la Asamblea Nacional Constituyente y durante la presidencia de Rómulo Gallegos se desempeña como Ministro de Relaciones Exteriores. Al ser derrocado Gallegos, Andrés Eloy es expulsado del país. Es de señalar el apoyo decidido que Andrés Eloy Blanco les brindó a los jóvenes estudiantes universitarios en 1928, quienes aprovechando el carnaval de ese año, organizan protestas contra la tiranía gomecista.
Andrés Eloy Banco fue un gran aficionado al beisbol. Se sabe que formó parte, en 1918, del equipo “Samanes” B.B.C. adversario del “Independiente”. Estas novenas participaron en la inauguración del estadio situado en El Paraíso, cerca de la residencia “Las Acacias”, propiedad de la familia Boulton. Al lado de Andrés Eloy también jugaban Eduardo y Gustavo Machado (quienes
con el correr de los años se convertirían en espigados dirigentes del Partido Comunista de Venezuela), Mauro Tovar, José Loreto Arismendi y Carlos Lanfant. En 1941, al alcanzar Venezuela el campeonato mundial de beisbol amateur en La Habana, Cuba, Andrés Eloy participa como orador en los homenajes que le brindaron a los que le dieron forma a ese histórico equipo, entre ellos el guarenero Daniel “Chino” Canónico, pitcher estrella.
En 1947 la población de Guatire recibe calurosamente a Andrés Eloy Blanco. Había sido invitado por Acción Juvenil Guatireña, institución fundada en 1944, como lo señala el profesor Luis Martus, Cronista de Guatire, en reunión efectuada en la Casa Parroquial, facilitada por el recordado reverendo Tomás R. Galindez.
En las páginas de la obra “Hechos y Valores”, escrita por Luis Martus, se nos informa que, gracias a las inquietudes de los que militaban en Acción Juvenil Guatireña, se funda el Liceo “Guatire”, dirigido por el destacado médico Ramón Alfonzo Blanco. Asimismo, recuerda Martus, que en el marco de las preocupaciones de los que apoyaban Acción Juvenil Guatireña, se organizó una biblioteca, una escuela nocturna, un centro de alfabetización y un equipo de beisbol juvenil, bautizado con el nombre de “El Centrales” B.B.C.
Andrés Eloy habló, encontrándose en Guatire, en la sede del cine “Santa Rosa”, ubicado en la calle “Bolívar”, en la trilla de la familia Delgado, dueña de la hacienda cafetalera “Santa Rosa”. El destacado intelectual y dirigente político, estuvo acompañado de César Rondón Lovera, Jesús Rojas Velásquez, Rosa García de Romero, Miguel Romero, César Gil Gómez, Isabel de Hermoso y Baudilio Rodríguez. En la obra citada, escrita por Luis Martus, su autor recuerda que por iniciativa de Acción Juvenil Guatireña, en la capital del Distrito Zamora, también dictaron sesudas conferencias, como lo hizo de Andrés Eloy Blanco, otras figuras de la política y la cultura, de las dimensiones de Vicente Emilio Sojo, Rómulo Gallegos, Rómulo Betancourt, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Juan Bosch (intelectual dominicano, quien llegó a ocupar la presidencia de su país), Nicolás Guillén (gran poeta cubano), Olga Luzardo. Gracias a los aportes económicos de los comerciantes Erasmo Joseph, propietario de la casa comercial “La Franqueza; Alfredo y Roberto Rodríguez, dueños de la hacienda “El Bautismo; Rosendo Castillo y Julio Istúriz, Acción Juvenil Guatireña, pudo cumplir con las metas que sus directivos se habían trazado.
Jesús María Sánchez
sanchezjesusmaria@hotmail.com