Decenas de cadáveres carbonizados y baleados cubrían las calles luego del ataque del sábado por la noche en Dalori y en dos campamentos cercanos en los que viven 25.000 refugiados
Un sobreviviente escondido en un árbol relató que observó cómo extremistas islámicos de Boko Haram usaron bombas incendiarias para quemar chozas en un pueblo de Nigeria y que oyó los gritos de los niños entre las personas que fueron quemadas hasta morir.
Las autoridades dijeron que los menores de edad fueron algunas de las 86 personas que murieron en el ataque más reciente de ese grupo surgido en Nigeria.
Decenas de cadáveres carbonizados y baleados cubrían las calles luego del ataque del sábado por la noche en el pueblo de Dalori y en dos campamentos cercanos en los que viven 25.000 refugiados, según sobrevivientes en el lugar, a apenas 5 kilómetros (3 millas) de Maiduguri, la cuna de Boko Haram y la ciudad más grande del noreste nigeriano.
El ataque con disparos, bombas incendiarias y atentados explosivos de tres mujeres suicidas continuó durante cuatro horas, dijo el sobreviviente Alamin Bakura, mientras lloraba durante una entrevista telefónica con The Associated Press. Dijo que varios de los miembros de su familia fueron muertos o heridos.
Entre los actos de violencia las mujeres suicidas hicieron estallar sus bombas entre las personas que lograron huir al pueblo vecino de Gamori, matando a muchas personas, de acuerdo con un soldado en el lugar que insistió en no ser identificado porque no está autorizado a hablar con los periodistas.
Los soldados llegaron a Dalori alrededor de las 8:40 de la noche del sábado, pero no pudieron someter a los atacantes, que estaban mejor armados, dijeron otros soldados que también hablaron a condición de no ser identificados porque no estaban autorizados a hablar con la prensa. Dijeron que los combatientes de Boko Haram se retiraron después que llegaron refuerzos para los militares, con armas más pesadas.
Los periodistas visitaron el lugar de la matanza el domingo y hablaron con sobrevivientes, quienes se quejaron de que pasó demasiado tiempo para que llegara ayuda de la cercana Maiduguri, el cuartel general militar de la lucha contra Boko Haram. Dijeron que temen que haya otro ataque.
Un total de 86 cadáveres habían sido recogidos para el domingo por la tarde, de acuerdo con Mohamed Kanar, coordinador local de la agencia nacional de manejo de emergencias. Otras 62 personas están siendo atendidas por quemaduras, dijo Aba Musa del Hospital de Especialidades del estado en Maiduguri.
Boko Haram se ha enfocado en atacar objetivos relativamente pequeños, cada vez más mediante terroristas suicidas, desde que los militares los expulsaron el año pasado de las ciudades del noreste de Nigeria.
El levantamiento islámico de seis años ha matado a cerca de 20.000 personas y ha hecho que 2,5 millones abandonen sus hogares.
AP