Antes negaron el derecho que tenemos los militantes revolucionarios de realizar auditoría pública con participación ciudadana en los órganos de administración de divisas
Los dólares recibidos por la empresa Polar, y que tardíamente pretenden denunciar, no son el problema principal del país. ¿Quién se los dio? ¿Bajo qué condiciones lo hizo? ¿Cuánto cobró por el «favor» de dárselos? Y, ¿por qué no fiscalizó? Ese si es el problema.
Pese a estar consciente de tener la envestidura, el poder y la obligación ética, moral y constitucional para investigar los hechos de corrupción que desde hace más de cuatro años se han venido señalando en relación a la gestión de los entes públicos responsables de la administración de las divisas, no lo hizo, se negó a hacerlo.
Peor aún, negó el derecho que tenemos los militantes revolucionarios de realizar auditoría pública con participación ciudadana de esa nefasta gestión y lo más probable es que niegue su voto en la Asamblea Nacional para que la MUD ahora lidere esa investigación, porque lo más probable es que usted, la cúpula gubernamental y los miembros del Poder Moral con su negativa a investigar lo que están obligados a investigar, estén presuntamente involucrados en los hechos de corrupción que parcialmente hemos comprobado en los trabajos realizados por Marea Socialista y el Movimiento Batalla Social Punta de Lanza, entre otros investigadores, de lo que ha llegado a ser el desfalco más grande que se haya cometido contra la nación.
Ese era uno de sus deberes como ciudadano, señor Diosado, como dirigente del partido de gobierno, como parte de la élite que gobierna el país y, fundamentalmente, como presidente de la Asamblea Nacional. Estaba usted obligado a velar por los intereses del pueblo venezolano y combatir la corrupción que campea en el gobierno. Al negarse a practicar tal investigación contribuyó, como presidente del ente obligado a realizarla, a la impunidad que priva en este y otros casos que más temprano que tarde tienen que investigarse.
Ahora será la fuerza que se opone al cambio revolucionario quien promoverá la investigación de los hechos de corrupción asociados a la administración de divisas; no lo hará como un acto participativo, transparente y en beneficio del pueblo como lo exigimos los ciudadano honestos de este país, los que vivimos de nuestro trabajo. Lo hará según sus parámetros y con la intención de demostrar cuán corrupto es este gobierno. Peor aún para denotar cuán corrupto somos los revolucionarios que pregonamos el socialismo, confundiendo intencionalmente «socialismo» con este remedo de capitalismo de estado que usted contribuyó a implantar en el país.
Esa fuerza obscura que hoy pareciera ser su enemiga no investigará a los empresarios y empresas que como Mendoza y Polar desfalcaron a la nación, claro está con la complicidad de los corruptos que usted y la camarilla que le acompañó en gestión de gobierno promovió para esos cargos administrativos, y tienen la desfachatez de seguir defendiendo. Claro, no les queda otra, la verdad se impondrá.
Si es verdad que la auditoría pública que hemos venido practicando parcialmente y exigimos se realice plena, totalmente y con participación de todo ciudadano que tenga algo que aportar para su realización, tocará intereses de muchos funcionarios civiles y militares del alto gobierno que usted conforma y dirige, pero también los intereses de la alta burguesía importadora y las empresas transnacionales que viven de la apropiación indebida, de la renta petrolera que es patrimonio de todos los venezolanos.
Asuma su responsabilidad, usted ha sido uno de los factores que ha influido en el grado de impunidad que arropa a los corruptos que nos desfalcaron. El poder Legislativo que usted manejó a su antojo, el Poder Moral (amoral) que hoy emite un fallo vergonzante y desmoralizante, al negarse a procesar las denuncias que sobre el gran desfalco a la nación presentamos para su evacuación y el Poder Ejecutivo que en boca del presidente de la república desde hace más de dos años prometió avocarse a la investigación del fraude cambiario, son cómplices por acción u omisión de ese gran desfalco que se le ha hecho a la nación y hoy mantiene en vilo de la catástrofe humanitaria al pueblo venezolano.
Vergüenza debería darle mencionar el caso que nos ocupa y otros que eran de la incumbencia de la Asamblea Nacional como ente controlador de la gestión pública, entre otras de sus facultades. Demuéstrenos que no es así, salga a la calle, haga pública su solicitud al gobierno nacional de implementar la auditoría pública con participación xiudadana que como revolucionarios exigimos por ser nuestro deber. De no hacerlo demuestra que algo tiene que ocultarnos y eso no se perdona. De hacerlo podríamos repatriar parte de esa fortuna para paliar el hambre y recuperar la salud de nuestros compatriotas y la de la patria, que está herida de muerte y no precisamente por acción directa de los imperios, mucho tenemos que ver nosotros en esa agonía.
Pancho Alegría
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