Con piedras y palos buhoneros se enfrentaron con la policía

Los funcionarios policiales acudieron a un llamado de emergencia, pero salieron corriendo de la zona. JAIME MANRIQUE
Los funcionarios policiales acudieron a un llamado de emergencia, pero salieron corriendo de la zona.
JAIME MANRIQUE

Al parecer, efectivos de la PNB se presentaron a la esquina La Palma porque se había producido un tiroteo y practicaron una detención. Pero el procedimiento causó al ira de los trabajadores informales

Una situación irregular se presentó este jueves en pleno centro de Caracas, concretamente en la esquina La Palma (en la parroquia Santa Teresa), cuando un grupo de buhoneros enfrentaron con piedras y palos a efectivos de la Policía Nacional Bolivariana.

Según se conoció, los efectivos llegaron al lugar tras escuchar la detonación de disparos y efectuaron la detención de un presunto sospechoso que estaba en el sitio, pero ese hecho causó que un grupo de buhoneros se alzaran y forcejearan con los efectivos para evitar que se lo llevaran.

Según relató un grupo de personas que se encontraba en el lugar, el conflicto se presentó cuando los funcionarios de la PNB se presentaron al lugar y practicaron la detención de un ciudadano, presuntamente vinculándolo a un tiroteo ocurrido momentos antes en la zona.

Pero los buhoneros decidieron actuar e hicieron correr a los efectivos lanzándoles objetos contundentes como piedras, palos y escombros de todo tipo.

No se conoció de heridos por este hecho, que impidió el tránsito por la zona por varios minutos.

20 robos diarios
En las adyacencias de la Catedral de Santa Teresa se producen al día unos 20 robos diarios, según comentaron habitantes y transeúntes de la zona.

Como es del conocimiento público, el sector es muy concurrido, pero también muy inseguro. Así como hay muchos transeúntes, también hay muchos buhoneros, todos afectados por los amigos de lo ajeno.

Los creyentes que van a la iglesia dijeron que hoy en día hasta para visitar el templo de Dios hay que ser precavidos ya que la delincuencia ni eso respeta.

Daniela Echarre

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