Originalmente, se daba por hecho que los países vecinos -Ecuador, Perú, Venezuela, Brasil y Panamá- no participarían en la misión, siguiendo otros precedentes internacionales, y que el personal procedería de otros países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Venezuela quiere participar en la misión de Naciones Unidas que ayudará a verificar el alto el fuego en Colombia, aseguró este viernes el embajador venezolano ante la ONU, Rafael Ramírez.
«En nuestro caso es particularmente importante porque tenemos más de 2.000 kilómetros de frontera con Colombia y hemos estado involucrados en todo el proceso de paz. Queremos ser parte de esta misión», dijo Ramírez en un encuentro con periodistas.
Así lo dijo el propio presidente colombiano, Juan Manuel Santos, cuando anunció en enero su solicitud formal al Consejo de Seguridad de la ONU para poner en marcha la operación.
Sin embargo, Ramírez defendió hoy que esta misión es «diferente» por tratarse de un operativo político y no de una clásica operación de mantenimiento de la paz.
Según aseguró, también otros países limítrofes están interesados en participar y por ahora no se han encontrado con ninguna oposición a esa idea.
Ramírez explicó que la posible presencia venezolana en la misión de la ONU tendría que recibir el visto bueno tanto del Gobierno colombiano como de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El embajador venezolano dijo que tenía previsto reunirse hoy mismo con el representante de la ONU en la Subcomisión de Fin del Conflicto, Jean Arnault, para discutir los preparativos de la misión, aprobada ya por el Consejo de Seguridad y que está siendo diseñada por la Secretaría General.
Además, adelantó que la canciller colombiana, María Ángela Holguín, estará en Nueva York el próximo día 23 para participar en un debate del Consejo y dijo que ese será una buena oportunidad para seguir discutiendo sobre la misión.
Los inspectores de la ONU formarán el componente internacional del mecanismo tripartito de monitoreo y verificación del alto el fuego pactado por las partes, en el que también participarán representantes elegidos por el Gobierno y por las FARC.
La misión se pondrá en marcha oficialmente tras la firma definitiva de la paz y contará con un mandato de 12 meses, aunque prorrogable si así lo solicitan las partes.