Escribo este artículo a petición de mis lectores dominicales, que querían conocer mi posición ante el abuso racista verbal del presidente de la Asamblea Nacional, quien el mes pasado expresó que ese Bolívar zambo no era Simón Bolívar, por lo tanto había que sacar ese retrato del recinto legislativa.
El Bolívar zambo, mulato o afrodescendiente fue sacado del lugar para poner en su lugar un retrato del Bolívar que el creó el pincel racista colonial, como ya se ha hecho incluso con Jesucristo con sus ojos azules, en Etiopía con el Cristo de tez negra o en Portobelo, Panamá, con el Cristo negro que vio el sonero Ismael Rivera. La manipulacion del héroe bajo la mentalidad del artista colonial o colonizado siempre es caucásico, como muchos años nos mintieron que Tutankamen o Cleopatra eran blancos con las imágenes de Yul Brynner y Elizabet Taylor. La oposición, probando un pedacito de poder, saca las garras raciales no solo a través de Ramos Allup, sino de algunos historiadores e intelectuales colonizados de este país.
La negrura de Bolívar
El mayor apoyo que consiguió Bolívar para su lucha emancipadora la obtuvo de Haití, primera nación libre del Caribe y de la llamada América Latina. En sus cartas, Bolívar veía en ese entonces a Haití como la referencia libertaria, diferente al modelo francés y al modelo norteamericano. Ya Bolívar había regresado en 1816 con el mayor apoyo militar, buenos guerreros y recursos para combatir al colonialismo. Unos años después expresa con claridad meridiana influenciado por la revolución haitiana que tengamos presente que nuestro pueblo no es el europeo, ni el americano del Norte, que más bien es un compuesto de África y de América, que una emanación de la Europa, pues que hasta la España misma deja de ser europea por su sangre africana, por sus instituciones y por su carácter. Es imposible asignar con propiedad a qué familia humana pertenecemos. La mayor parte del indígena se ha aniquilado, el europeo se ha mezclado con el americano y con el africano, y éste se ha mezclado con el indio y con el europeo. Nacidos todos del seno de una misma madre, nuestros padres, diferentes en origen y en sangre, son extranjeros, y todos difieren visiblemente en la epidermis; esta desemejanza trae un reato de la mayor trascendencia”. En este texto Bolívar reconoce su zambaje y por supuesto lo que hoy llamamos afrodescendiente.
Bolívar es afrodescendiente
En su programa número 219-Aló Presidente del 17 de abril del 2005, realizado en el misteriosamente desaparecido Fundo Zamorano, en Capaya, estado Miranda, el presidente Chávez expresó lo siguiente: “Pero dicen que Bolívar nació en Capaya, por ahí dicen. ¿No es así? Ustedes están seguros de eso, Bolívar nació en Capaya, y dicen que cuando niño, mire, bailaba mucho tambor. Bueno en verdad eso no está comprobado, tenemos que colocarlo en el campo, con el perdón de todos ustedes, de la especulación histórica. ¿No? No hay pruebas. Dicen que un cura arrancó una hoja de un libro. Hay alguna evidencia que indica que pudiera ser verdad eso, yo no voy a dudar de ustedes y el pueblo. Si el pueblo dice eso por algo será, y eso es un correr que anda por aquí desde hace 200 años que Bolívar nació en Capaya y Bolívar era negro. ¿Verdad? Bolívar tenía un brochazo negro a Bolívar con todo el perdón de los blancos, los señores blancos y catires que hay aquí, como Eimée Betancourt, pero Bolívar era negro. Era afrodescendiente Simón Bolívar. Ahora lo quieren pintar blanco con los ojos verdes, no, Bolívar en verdad se parece mucho a esta tierra, todo lleva tu nombre Padre en nuestra morada, la montaña Bolívar, el árbol Bolívar, la tierra Bolívar, el pueblo Bolívar, el huracán Bolívar, el volcán Bolívar, dice Pablo Neruda en su canto a Bolívar, el gran Pablo Neruda”.
El discurso de Simón Bolívar en Angostura donde reafirma que no es blanco, y la posición de Chávez de ese otro Bolívar más parecido al pueblo venezolano fue lo que indignó a los racistas que hoy cohabitan en la Asamblea Nacional.