Ahora la economía está en manos del capitalismo y la empresa petrolera que tanto costó rescatar está siendo entregada por vía de un subterfugio legal
No fue esto lo que esperaba el comandante con respecto a las instrucciones que dejó a sus hijos el 8 de diciembre. La masa cumplió su parte votando por el presidente Maduro, pero el gobierno se olvidó del resto de la instrucción: no siguió hacia el socialismo, no se cuidó del reformismo y falsificó el Plan de la Patria; al contrario, se desliza de manera desvergonzadamente hacia el capitalismo.
Las últimas medidas del gobierno dejan poco lugar a la duda, ya no hay justificación de peso para negar que el gobierno se entregó al capitalismo. Es suficiente observar que en la vicepresidencia económica, en estos tres años, se cambió a Ramírez, un hombre de Chávez comprometido con el rescate de Pdvsa y su colocación bajo la tutela del gobierno, dejando de ser una empresa extraña al país; por Pérez Abad, un empresario comprometido con el capitalismo, un Macri embotado, que todavía no termina de sacar toda su espuela capitalista. Quien dude del deslizamiento es un cándido o es un aprovechado.
Pero, además, el gobierno funda una extraña compañía militar petrolera, minera y de gas que funciona como un ente privado al margen de Pdvsa, del Ministerio de Petróleo. No se conoce muy bien cuál es la finalidad de esta empresa, pero todo apunta a una manera de privatizar el petróleo y las minas sin las trabas políticas, espirituales, legales que tendría Pdvsa para una entrega descarada al capitalismo; ya a los burgueses no les basta con participación en la Faja, en la minería, ahora quieren todo, todas las minas y todo el petróleo.
Chávez tiembla de indignación en el Cuartel de la Montaña, y tiene sobradas razones. No hay dudas de que su mandato fue desoído. Ahora la economía está en manos del capitalismo y la empresa petrolera que tanto costó rescatar está siendo entregada por vía de un subterfugio legal.
Es lamentable cómo el gobierno, debilitado (allí están los millones que perdimos en las elecciones de diciembre), no se aboca a recuperar el amor de las masas, sino al contrario, se dedica a coquetear con los empresarios y con los militares, siguiendo el camino hacia el desastre. Revolución que se detenga en su marcha al socialismo la tumban, allí está Allende viéndonos con preocupación.
La única manera de preservarse es, sería, tomar medidas para rescatar la pasión de la masa. Primero, una profunda crítica, pero no como esa que ahora está de moda que es sólo de la boca para afuera, una crítica en la práctica, tomando medidas de austeridad, que el gobierno dé el ejemplo. Una reformulación del gabinete, que salgan inmediatamente Pérez Abad y Rodolfo Medina; ¿es que allá arriba no se dan cuenta que se pelean con Lorenzo Mendoza por capitalista, y llevan a Pérez Abad a dirigir la economía, que es el mismo capitalismo?, ¿quién puede tragarse ese bodrio? Deben volver los chavistas históricos, reformular al Partido, rescatar la ética revolucionaria, por ejemplo, que los dirigentes no puedan ser candidatos a nada, ni tener cargos en el gobierno, ir más allá de una maquinaria electoral, devolverle la mística, el orgullo de ser militante, diferenciarse por la ética, por la probidad.
Renunciar a los privilegios de los altos cargos en el gobierno, a las camionetas, reducir los guardaespaldas. Defender al socialismo, fundar un Instituto de Estudios del Socialismo. Reivindicar la eficacia de la propiedad social de los medios de producción. El alto gobierno debe ser guía de la idea socialista, criticarse por sus veleidades capitalistas.
En resumen: impactar el alma popular, un latigazo que demuestre la intención de volver al camino de Chávez. Al hacer esto pueden volver al Cuartel de la Montaña y la visita no quedará como el abrazo de judas.
Toby Valderrama
y Antonio Aponte
aporrea.org