Carlos Luis Castro Espitia, de 20 años de edad, fue tiroteado por delincuentes en la Mariscal de Ayacucho para robarle su moto y murió en el Hospital Pérez Carreño
Seis homicidios dejo el hampa en la subregión de Barlovento durante el pasado fin de semana, según reporte de fuentes policiales, siendo los municipios Páez, Andrés Bello, Acevedo y Brion, donde ocurrieron los hechos.
Un trabajador motorizado al que intentaron despojarlo de su moto marca Empire, Horse Owen, color azul en un trayecto de la autopista Gran Mariscal de Ayacucho entre Caucagua e Higuerote, fue tiroteado.
Posteriormente murió en el Hospital Miguel Pérez Carreño. Este fue identificado como Carlos Luis Castro Espitia, de 20 años de edad y a quien los desconocidos a bordo de dos autos intentaron despojarlo de la motocicleta donde se desplaza.
El hecho se registro este sábado en horas de la noche.
Se dijo que el trabajador, perteneciente a una línea de moto taxis fue rescatado por usuarios de la mencionada arteria vial quienes lo trasladaron al hospital de Caracas, donde finalmente murió víctima de los impactos de balas recibidos.
Del hecho tuvo conocimiento una comisión del Cicpc Eje de Homicidios de Barlovento, quienes iniciaron las investigaciones respectivas.
A varios kilómetros de la Autopista, en el sector El Delirio, Parroquia San José de Barlovento municipio Andrés Bello, fueron muertos Jesús Manuel León López de 33 años de edad y Rafael Pérez Ortega de 39. Ambos al parecer ejecutados por miembros de bandas por presuntos ajustes de cuentas.
En el sector Santa Inés de la Parroquia El Guapo, municipio Páez, fueron muertos Junior E Gary Ángel Rodríguez, de 21 y un amigo de este identificado como Reinaldo José Naspe, de 29. Al parecer, ambos mantenían diferencias con un grupo apoderado de dicho sector y una presunta venganza.
Para robarle sus pertenecías fue ultimado en el sector El Banqueo, Distribuidor Chuspita, de la Autopista Guatire-Caucagua Eduardo José Duran David, de 18 años de edad.
Según se supo, éste fue despojado de todas sus pertenencias por un grupo armado que desde hace algún tiempo se ha convertido en el azote de dicha comunidad. Los cuerpos policiales de la zona se encuentran tras los pasos de los delincuentes.
Tarugomar